YVAN IN THE DARKROOM: En la tienda de juguetes.
de
Noticias Recon
03 marzo 2020
Yvan, alias QueerYvan, es historiador de la sexualidad. En una serie de varios artículos, va a compartir con nosotros algunas de sus sesiones fetichistas favoritas (con todo lujo de detalles), además, nos va a va a ir contando un poco de la historia del fetichismo.
Para Sailor.
Decidimos quedar en un sex shop; estaba esperando cuando llegué yo. No había nadie, excepto el dependiente. Me llevó directamente a la pared donde estaba los juguetes sexuales; me incliné hacia él, su pecho se apretó con fuerza contra mi espalda, le sentí restregarse contra mi muslo, su chandal resbaladizo contra mis vaqueros. Respiré su olor, imaginando cómo le podría complacer.
-- Elige tres, me dijo. Quiero que me hagas un espectáculo.
Elegí cuidadosamente, ya que le quería impresionar. Quería ampliar mis límites, para sorprenderle con lo vicioso que podía ser yo.
Uno curvado, hecho de acero.
Uno grande, con forma de polla gorda enganchado a un harnés.
Uno con dos pollas, una en cada extremo, de 30cm.
X X X
Fuera de la tienda, me empujó contra la pared y me besó. No estábamos lejos de su piso. La habitación era grande, no había muchos muebles, un sofá, un colchón en el suelo. Había un espejo apoyado sobre la pared, ocupando la mitad de la misma. La luz del sol de Marsella entraba a raudales. La tarde era de color rosa, exactamente como dijo Walter Benjamin.
Se sentó, con una cerveza en la mano y un cigarrillo enrollado a punto de encenderlo.
- Dijiste que querías hacerme un espectáculo. ¿Qué quieres enseñarme?
No tuve que decir nada más. Coloqué los juguetes que habíamos comprado al lado del lubricante que me había dado. Me desnudé, la luz veraniega bañaba mi piel.
Se quedó mirando mis tatuajes. Me quedé de pie inmóvil mientras sus ojos seguían las líneas que iban desde los dedos de los pies, a través de mis pezones hasta llegar a mi cuello. Su dedo hizo un círculo en el aire. Me giré. La línea roja que atraviesa mi cuerpo por el costado, como un recordatorio de un juego BDSM al que he jugado una y otra vez. La gran X de color negro en mi espalda.
-- ¿Qué pone ahí? Señaló mi culo.
-- "Baise moi" (fóllame), escrito a mano por mi novio rápidamente.
-- Pensé que primero te ibas a follar tú a ti mismo para que lo viese yo. Eso es lo que me dijiste que querías hacer, sonrió entre dientes.
Y así me puse de rodillas.
X X X
Primero cogí el de acero. Me encanta que el acero esté clínicamente frío; y cómo tengo que dilatarme el ojete alrededor de la bola antes de metérmelo dentro. Empiezo con el extremo más grande. Bien de lubricante, y luego empujo – y entra. Está frío, pero mi cuerpo lo envuelve y soy consciente de la forma y el tamaño que tiene. Estoy de rodillas, desnudo delante de él. Me quiero entregar a él. Poco a poco muevo el juguete dentro y fuera de mi culo, jugando con la forma en la que me dilate antes de salir; empujándolo hacia dentro después, usándolo para estimular mi próstata y excitarme. Muevo las caderas junto con el juguete, aumentando la presión sobre la próstata cada vez un poco más, penetrándome y calentando la temperatura del juguete cuando desparece en mi interior con un instante de placer, trabajando mi cuerpo, la forma y mis huesos y de mi vejiga.
Me tumbo boca arriba, con las piernas en alto. Ofreciendo mi culo, excitándome al verle mirándome cómo me doy placer a mí mismo. Me follo bien, pero a la vez me dejo a medias sin corrermen. La tensión va a seguir subiendo hasta entregarme a él. Mi polla esta reluciente con todo el líquido preseminal que empieza a escurrir. A veces juego con mi polla, pero lo más importante es que disfrute él viéndome disfrutar.
Después quiero algo que llegue más profundo, y cojo el dildo doble. Sé lo bien que me voy a follar con esto – elegí mis juguetes favoritos. Con los que me encanta follarme cuando estoy solo en la ducha o tomando el sol en el sofá. Con los que me follan los tíos que vienen a mi casa. Con los que hago a otros sentirse como me siento yo.
Cuando empecé a usar un dildo doble, era para quedar con otros tíos y para poder penetrarnos mutuamente a la vez, a la vez que nuestros culos se unían como si fuese labios alrededor de una polla. Nos movíamos juntos, nuestras pelotas y nuestras pollas flácidas apretadas entre nuestros muslos. Pero en ese momento, lo quería todo para mí. Me tumbé boca arriba y levanté las piernas. Me puedo ver en el espejo, y durante un rato, dejo de mirarle a él directamente y me centro en el reflejo de mi cuerpo sacando el juguete casi completamente de mi culo y después metiéndolo casi entero, hasta que mis dedos acaban mojados de hacer presión contra el ojete que ya está bien abierto. Lo muevo cada vez más rápidamente, follándome hasta el fondo y con fuerza, mi esfínter abarca toda la dimensión del dildo. Cuando paro, le miro a la cara reflejada en el espejo, que me observa. Despacio me lo meto entero por el culo, me pongo tenso y lo dejo salir, tardando todo lo que puedo, sintiendo cada parte de mis entrañas revolviéndose alrededor del centro de mi placer. Lo saco, me siento vacío. Mi ojete está dilatado, lo puedo ver bien abierto en el reflejo del espejo. Vuelvo a meterme el juguete hasta dentro, gimiendo cuando pasa por el segundo esfínter, pero me lo meto de una vez. Me lo meto y lo saco así, como si le estuviese haciéndole una paja con mi culo mientras me mira, fascinado, sonriendo. Se pone de pie y se acerca, cogiendo el arnés y la polla enorme con la que me quiere follar.
X X X
Su polla está por encima de sus pantalones de chándal. Se quita la camiseta, su piel lisa resplandece. Se arrodilla y me pone una mano en el muslo y con la otra me saca el juguete lentamente del culo, poco a poco y me deja esperando, sintiéndome observado y vulnerable, desesperado por entregarme a él.
Se acerca y empieza a lamerme el culo. Siento que estoy muy dilatado y su lengua es muy suave. Tengo el culo sensible; siento que estoy a punto de correrme. Me mete dos dedos y me abre el culo para poder meter la lengua más, lamiendo la carne interna. Tengo las caderas en tensión, estoy en éxtasis. Se sienta, echa más lubricante en la mano y me mete más dedos, los mete y los saca mientras yo me retuerzo en el colchón delante de él. Tengo la mano alrededor de la polla, que esta llena de líquido preseminal.
-- No te corras aún, me dice. Quita la mano.
Obedezco. Hay aún más líquido preseminal en el pelo de mi estómago. Me empieza a follar más fuerte y dejo que mi cuerpo me lleve a otra dimensión hasta que mi ojete empieza a tener espasmos alrededor de sus dedos. Cuando los saca, me da un azote en el culo.
-- Ponte de rodillas.
Obedezco.
X X X
No me mete la polla directamente. Me hace esperar, me toca con delicadeza. Pasa los dedos por las líneas dibujadas en mi cuerpo, juega con mi vello. Me giro hacia el espejo, y todo parece tranquilo. El arnés que lleva encima del chándal acentúa la forma de su culo. Me coge por la cintura con sus manos, me araña un poco con sus uñas. Cuando apoya su polla sobre mi ojete le muestro cuánto lo deseo.
-- No te muevas, dice.
Respiro profundamente. Me quita las rodillas del colchón y me pone en el suelo, con sus muslos entre los míos. Tarda un montón en marcar la raja de mi culo con la polla y empezar a empujar contra mi ojete. Cada movimiento me hace abrirme más. No puedo evitar moverme, y me agarra más fuerte. Para completamente, y siento cómo el pulso se me acelera y él lo siente a través de su polla. Me dilato ante su polla, que es lo más grande que me he metido en el culo hoy. Aprieta hasta que siento el tejido del chándal en mis pelotas.
Me folla despacio, con cuidado. Estoy gimiendo de placer. Me deja donde quiere dejarme al follarme. Me escurre la polla hasta el suelo. Le miro su cuerpo, el pecho duro, las caderas golpeándome. Está muy bueno; no puedo dejar de mover las caderas, las muevo hacia él, y eso le anima a follarme más fuerte.
La saca, agarrándose con el puño la base de la polla, y después me la vuelve a meter, con fuerza, solo hasta la mitad, para hacerme gemir. Estoy gritando. Quiero que me la meta entera, le agarro del culo y le atraigo hacia mí. "Fóllame," estoy gimiendo, me abro el culo más con las manos para que me entre esa polla tan grande entera. Está de pie detrás de mí y me la mete hasta el fondo, me estoy agarrando la polla y siento que me va a estallar y empiezo a correrme y cae todo el esperma en el suelo mientras me sigue follando. Mi cuerpo está exhausto, se contrae alrededor de él, la saca y me la vuelve a meter en el culo. Me caigo hacia adelante, sintiéndome vacío con el culo casi con convulsiones y viendo su polla reluciente. Me abro el culo para que pueda ver mi interior.
Señala el charco de semen que hay en el suelo.
-- Comtel.
Obedezco. Mirándole a los ojos, estudiando la sonrisa de sus labios, la forma en la que se pasa las puntas de los dedos sobre la lengua, le miro a la vez que me como a mí mismo al chupar todo el semen del suelo. Después de comérmelo todo, me arrodillo al lado de las marcas de mi lengua en el suelo, con la mirada baja, esperando.
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