RELEER: Bondage duro
de
Noticias Recon
02 junio 2019
Por JimmyUSMC, usuario de Recon
La verdad es que estaba posponiendo escribir este artículo desde hace tiempo por miedo a no ser capaz de expresar de la forma correcta el amor tan profundo y sincero que siento hacia el bondage. El bondage duro es mi pasión; simplemente me encanta. Normalmente lo describo como una sed insaciable que tengo, y me encuentro en un viaje perpetuo hasta saciarla. Siempre he sido así, al hacerme más mayor, la severidad de las escenas de bondage/juegos morbosos que me gustan parece que va a más. Me encanta explorar todo lo que sea morboso, sin embargo, el bondage en particular siempre ha dominado mi gama de intereses. Gran juego de palabras.
Me gusta hacer de los excesos un nuevo nivel básico. Siempre he sido de ese tipo de personas que quieren ver hasta dónde pueden llegar y comprobar sus límites. Con el bondage, me pasa lo mismo. Explorar y experimentar, intentando encontrar las escenas más duras, donde no se pueda escapar, las más seguras e indefensas. Se puede dejar a alguien indefenso con un par de elementos, incluso solo un par de esposas detrás del cuello atraparían a la mayor parte de la gente. Por lo que sea, eso nunca ha sido suficiente para mí. Lo que busco es un desamparo y estado de indefensa real y constante. Sin ninguna posibilidad de escapar, aunque te den todo el tiempo del mundo y te pongan las llaves en las manos. Quiero estar atrapado, de tal forma que no pueda escapar sin que me ayude alguien y, de lo contrario, me quedaría inmovilizado para siempre. Esa es una fantasía en la que pienso a menudo.
Podría decir de un tirón todas las escenas/fantasías que me gustaría hacer, o volver a hacer. Probablemente hasta podría escribir un libro, o incluso tres. La mayoría tratarían de empezar a cumplir una sentencia de cadena perpetua en una especie de "prisión de bondage duro", sin ninguna opción de obtener la libertad condicional. A la mierda el buen comportamiento. Si no fuese por otras razones importantes en la vida: como la familia, los amigos, el trabajo, la universidad, etc., intentaría explorar en serio la forma de convertir esas fantasías en realidad. Desafortunadamente, a menudo las fantasías no se pueden realizar en la vida real. No obstante, si pudiese pasar la mayoría o al menos una parte importante del día en plan bondage, lo haría. Siempre reservando el tiempo necesario para mantener relaciones saludables, el trabajo, entrenar y seguir dedicando tiempo a otros hobbies e intereses. El bondage es lo que me hace estar centrado, es donde más me siento como en casa.
El bondage puede ser una experiencia únicamente sexual para algunos, pero también puede ser mucho más que solo eso. Me encantan los diferentes juegos sexuales que se pueden hacer cuando estás encadenado y con una mordaza en la boca, pero a menudo no hay ningún tipo de contacto sexual. He perdido la cuenta de las veces que me han inmovilizado totalmente durante varias horas. O mejor aún, toda la noche, en un saco de dormir, con una capucha puesta, una mordaza y anclado al suelo de una celda solitaria. En mi caso, y en el de mucha gente, el bondage puede ser muy terapéutico. Con la combinación adecuada de cuero y de elementos de inmovilización, una mordaza fuerte y una venda segura para los ojos, me pongo a volar en mi espacio mental de sumiso antes de que se cierre el último candado. Es el mejor subidón que conozco, soy adicto totalmente. No podría vivir sin eso. Es una parte de mí tan importante como el oxígeno lo es del fuego. Es el carburante que me inyecta vida por las venas.
Nunca en la vida habría pensado que estaría donde estoy hoy. Aunque he sido así desde que tengo uso de razón, hasta hace un año o así ni podía decir en alto palabra bondage. Y en estos momentos, estoy escribiendo un artículo para mis nuevos amigos de Recon y mientras llevo puesto mi cinturón de castidad creado por mis otros amigos de Steelwerks. Me siento llego de orgullo y de humildad por haber tenido todas las oportunidades que he tenido en estos últimos años. Ha sido como una montaña rusa, por lo menos. Ni siquiera siento que me lo merezca. Me rodean personas a los que he considerado mis ídolos durante toda mi vida y no creo que me vaya a poder acostumbrar nunca. Me ha costado un montón no quedarme con la boca abierta cada vez que nos hemos visto. Al ir haciéndome mayor, he seguido a aquellos que reflejaban mis intereses – que no son los intereses más extendidos – como por ejemplo los portales de bondage duro, House of Gord. Gente dominante de verdad como Elise Graves y Troy Orleans. Eran verdaderas celebridades en el mundo del bondage duro. Aún siguen siéndolo y lo serán en el futuro. Les considero de la misma forma en la que un fan del baloncesto vería a Lebron James. He tenido la suerte de conocer a algunos de ellos, y para mi gran sorpresa, también he podido trabajar con algunos de ellos.
A pesar de mis preferencias por las formas más duras del bondage, no son las únicas que me encantan. El shibari (bondage con cuerdas) es otro de mis intereses, y lo practico bastante a menudo. El hecho de formar parte de la comunidad de bondage es algo que acabé diciendo también al salir del armario. No podía seguir suprimiendo una parte tan importante de mi vida, y estoy muy feliz de no haberlo hecho. Ya no me avergüenza, y nunca debería haberme avergonzado. Aunque sea tímido, estoy realmente feliz y me siento más seguro de mí mismo que antes después de haber tomado esa decisión el año pasado. Nunca pensé que el bondage me podría hacer sentir así de libre. Este soy yo. Este mi verdadero yo morboso, y no me tengo que disculpar por ello. Me pone el bondage duro y siempre me va a poner. Ni idea de donde me va a llevar el mundo del bondage en el futuro. Solo espero que me aten bien fuerte, y no me dejen escapar nunca.
Si quieres compartir tus experiencias como hombre fetichista, envíanos tus ideas a: social@recon.com
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