RELEER: ARTÍCULO DE USUARIO: La versión más auténtica de ti
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Noticias Recon
24 diciembre 2022
Por RubberShadow
Yo soy yo y existen muchas versiones de mí mismo. Yo en la universidad, yo en el trabajo, yo como amigo, yo en la iglesia, mi yo gay, mi yo fetichista – lo pillas, ¿no? Mi vida antes de salir del armario consistía en ponerme una serie de máscaras para poder ser ''yo'' cuando estaba con los demás. Cuando conocí a los amigos adecuados, pude deshacerme de los personajes que me había inventado y conseguí ser yo, nada más. Para mí, el orgullo consiste en aceptar tu verdadero yo con todas sus facetas.
Crecí en Oregón, soy sordo de nacimiento de un oído y mi familia era religiosa. No pensé en mi sexualidad hasta que terminé una misión de dos años sirviendo a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días — sí, soy mormón. Después de terminar la misión, era un chico de 21 años que padecía el síndrome de la ansiedad social y que había decidido ir a la universidad BYU (Brigham Young University). Hasta cumplir los 24 no reconocí que era gay.
Antes de aceptar mi sexualidad tuve un montón de problemas de autoestima. ¿Por qué es difícil hablar con la gente? ¿Qué piensan los demás de mí? ¿Cuánto peso tengo que perder? ¿Por qué es esa persona popular? ¿Qué problemas tengo? La lista era interminable. Cuando estaba con otras personas, me ponía una máscara mental para esconder mi ansiedad. Me ponía diferentes máscaras dependiendo de si estaba con uno u otro amigo o si estaba con mi familia. Independientemente de con quién estaba, era yo mismo, pero no completamente. Pero cuando descubrí que era gay, tuve que crear y ponerme otra máscara cuando estaba con otras personas, la máscara de ''heterosexual''.
Cuando vas a la uni en BYU, tienes que estar de acuerdo con su código de honor, que es una confirmación de que obedecerás los mandamientos que siguen los mormones, así como otras reglas adicionales. No podía ser gay abiertamente en la uni sin arriesgarme a que me expulsaran. Me ponía todas esas máscaras y fingía para que no me pillasen. Poco a poco cada vez me aislé cada vez más de mi familia y mis amigos. Me descubrí a mí mismo cuando conocí a otro mormón gay.
Me ayudó mucho conocer a otras personas que estaban pasando por lo mismo que estaba pasando yo. Quedábamos a menudo para jugar a videojuegos y juegos de mesa. Poco a poco, empecé a salir del caparazón con mis amigos gay. Me di cuenta de que podía quitarme todas las máscaras y ser yo mismo cuando estaba con ellos. Se me quitó un peso enorme de encima. Sabía que era gay, y todo iba a ir bien, eso es hasta que encontré una máscara nueva para ponerme, la máscara del ''no soy fetichista para nada''.
No me costó mucho darme cuenta de que no solo me gustaban los chicos, sino que también era fetichista. Es gracioso, al pensar en mi infancia, hay claras señales de que era gay y fetichista. Por ejemplo, cuando era más pequeño, aprovechaba cualquier oportunidad para ir a la tienda de deportes con mi padre y me escapaba para irme a probar todas las prendas ajustadas de lycra que encontraba. Desde entonces soy un chico bastante extraño. Cuando reconocí que era fetichista, tuve que esconderlo delante de mis amigos, incluso de mis amigos gay.
Había descubierto otra parte de mí, pero tenía que esconderla por el miedo a cómo reaccionarían los demás. Espero que podáis ver el círculo frustrante que me supuso ir descubriéndome a mí mismo. Me deshacía de un par de máscaras, pero me ponía otras nuevas. Es difícil encontrar un grupo de amigos que conozca y acepte todo lo que eres. Creo que tengo solo un amigo que sabe que soy gay, mormón y fetichista. La verdad es que tengo diferentes grupos que saben diferentes cosas sobre mí. No todos los que saben que soy fetichista saben también que soy mormón. Casi nadie de mi círculo mormón sabe que soy fetichista, ni gay. Aún estoy aprendiendo a ser yo mismo, aún llevo algunas máscaras cuando veo a según qué personas, pero desde que salí del armario, esa es una máscara que no me volveré a tener que poner. Es descorazonador que muchos de los miembros de la comunidad LGBTQ+ sigan escondiéndose después de salir del armario. Aún seguimos encondidos en el armario fetichista; sin saber en quién confiar esta información tan importante sobre nosotros.
Ahora tengo 30 años y me conozco mejor. A veces sigo llevando una máscara, pero ahora tengo menos tipos de máscaras. ¡Me alegro de haber encontrado una comunidad en la que puedo expresar mi fetichismo! Dentro de nuestra propia comunidad LGBTQ+ y hasta dentro de nuestra comunidad fetichista puede que nos sintamos avergonzados por ser nosotros mismos. Como miembros de estas comunidades tenemos que aceptarnos unos a otros para poder ser nosotros mismos. Enorgullécete de quién eres y acepta todo lo que significa ser tu verdadero yo. ¡Estoy orgulloso de mi yo y de compartir quién soy con vosotros!
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