RELEER - ARTÍCULO DE USUARIO: Éxtasis eléctrico
de
Noticias Recon
03 noviembre 2023
Por TheElectroSadist
Llevo practicando el rollo ''electro'' desde hace más de 25 años, desde que leí un artículo sobre un tío que se conectaba la polla con una batería de 9 voltios usando el cable de unos altavoces y el interruptor viejo de un timbre. Como soy un verdadero salido, estaba claro que tenía que probarlo. Obviamente fue una experiencia chunga – era o la potencia a tope o nada – y te dejaba unas quemaduras pequeñas, pero me despertó el interés.
A los largos de los años siguientes, he surfeado con entusiasmo la ola cada vez más grande surgida a partir de las prácticas que ahora se conocen como electroestimulación; por supuesto, ahora tengo un buen kit, ya que esta tecnología ahora es accesible y he comprado varios electrodos para las diferentes partes del cuerpo. También he montado uno yo mismo, y cuando no encontraba exactamente las partes que buscaba, me las arreglaba con cuero, cobre e incluso con acero.
Hasta que no me compré un Erostek ET312, hace unos diez años, no me di cuenta de que este morbo se estaba convirtiendo en algo serio. Es el aparato grande que se puede ver en varios vídeos porno – el ladrillo de color blanco o beige con las ventanas de LCD de color amarillo brillante. Se puede recargar y pesa un montón, pero tiene dos canales de salida y todas las opciones posibles para seleccionar el tipo de estimulación o de tortura deseada. Hasta puedes crear tus propios patrones y progresiones con un ordenador conectándolo con un cable y con su software. Actualmente hay varios aparatos de este tipo que están mucho más actualizados, entre los que se encuentran los que se pueden controlar a través de internet, pero hasta después de tantos años, ese ladrillo sigue siendo el estándar con el que se comparan los nuevos modelos.
Creo que el rollo electro es la definición del sueño húmedo de un sádico. Siempre he sido más sádico que dominante; conmigo no vas a ponerte a lamerme las botas, ya que yo mismo odiaba ese rollo cuando era sumiso. Lo que más me pone de la sumisión de un tío es mi disfrute físico de él como individuo, ya sea a través de juegos de impacto, CBT, follando/jugando con su culo o currándome sus pezones. Y con la excepción de darle puñetazos a una polla, el rollo electro puede tener un rol crucial en mi excitación a través de todas esas opciones.
Lo que le hace tan maravilloso es poder usar diferentes niveles de intensidad, sobre todo cuando lo mezclas con bondage serio durante una sesión. Con el kit adecuado puedes llevar al sumiso de una estimulación placentera a una verdadera tortura, y al hacerlo poco a poco puedes asegurarte de que va a tener un verdadero subidón de endorfinas antes de que pases al bondage. He visto a tíos llegar a unos éxtasis sexuales flipantes gracias el electro, y también los he visto entrar en ese espacio mental de sumisión total – subespacio. Y a diferencia de cuanto les estás dando latigazos, es fácil mirarle a los ojos cuando le estás torturando, y yo siempre he creído que esa es una forma genial de conectar de verdad, de establecer confianza y de intercambiar poder.
Puesto que utilizar las partes del cuerpo que están por encima de la cintura puede ser peligroso, es mejor quedarse con la parte inferior del cuerpo, a no ser que sepas muy bien lo que haces. Personalmente, nunca he pensado que esto fuese una limitación, ya que hay muchas partes maravillosas en la anatomía del hombre por debajo de la cintura. Por ejemplo, un plug anal con dos polos es un instrumento básico para mí, y con las juntas de silicona para conectarlo con la polla. Y para los tíos que se tomen el dolor más en serio, las pelotas agradecidas de un sumiso pueden ser la fuente del ''placer'' en una sesión de electro en condiciones, sobre todo si el Amo es más bien un sádico, como yo.
Ten en cuenta que necesitas dos puntos de contacto por canal, algunos de mis sitios favoritos son la base del capullo de la polla dura de un sumiso, a los lados de las pelotas bien estiradas (normalmente por debajo de una tira de cuero que las estruje bien), y finalmente cuando le ''preñas cruelmente'', que lo hago usando la base de mi polla como uno de los polos del circuito y la punta de la polla del sumiso como el otro – es decir, cuando le follo la corriente pasa desde mi polla a través de su próstata y al final llega a su polla, ¡todos salimos ganando! El juego consiste en quién va a poder retrasar el orgasmo más – y está claro que, si pierde el sumiso, no hace falta que paremos ya que probablemente va a correrse otra vez después de unos cuantos minutos. De hecho, espero preñar y concebir pronto el heredero de mis propiedades electrónicas con este método.
Ahora es el mejor momento para probar el electro. Con la variedad de kits disponibles hay algo para todos los bolsillos. Uno de los mejores es el "Screamlabs X1 Interrogator", un aparato con un aspecto retro flipante, equipado con nudos de control malvados y hasta con un voltímetro como los de antes. Esta inversión, que es bastante importante, me ha permitido superarme a mí mismo en lo que se refiere a estos juegos. No solo tiene cuatro canales de salida, y por lo tanto puedes conectar hasta ocho electrodos, sino que también cuenta con la tecnología inteligente de ondas que hace que la verdadera ''electro-tortura'' sea algo que puedas hacer CON SEGURIDAD. Tiene un zumbido amenazador y también te permite realizar una sesión en remoto. He abierto y montado varios en el taller, por lo que estoy seguro de cómo va a sufrir el sumiso cuando aprieto el botón, o cuando dejo caer sus extremidades para que toquen los cables. Hasta hay un modo que es aleatorio – con latigazos fuertes lanzados de forma aleatoria durante un periodo de tiempo aleatorio y con una intensidad aleatoria. Es como una especie de piloto automático para esos momentos en los que quieres darte un respiro, abrir una cerveza y observar qué pasa, o si quieres tener las manos libres para hacer otras cosas más urgentes. También puedes instalar un micrófono con el sensor del circuito ajustado a la voz humana, con lo que mis palabras nunca han tenido un impacto tan fuerte (o si quieres ser aún más malo – lo puedes ajustar a los gritos del propio sumiso).
Como decía antes, a menudo vas a ver que el término electroestimulación está bastante extendido (sobre todo entre los fetichistas heterosexuales), pero en lo que a mí respecta, siempre he preferido utilizar la palabra ''electro'' para describir mi morbo favorito. La verdad es que la palabra electroestimulación tiene connotaciones de máquinas de estimulación transcutánea o de los cinturones para ejercitar los abdominales con electricidad, en plan Cincuenta Sombras de Gray y esposas forradas de pelo.
Cuando ves ''Electro'' en mi mundo morboso, puedes ponerte a pensar en sesiones de dulzura sádica a media luz y en una habitación llena de humo – con el cuerpo de un sumiso bien inmovilizado, desnudo y sudando, gimiendo y retorciéndose en un éxtasis de placer y tormento, mientras yo subo con amor el voltaje y le llevo casi hasta el final, casi al primero de los orgasmos que va a tener todo su cuerpo. Eso para el primer día…
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