RACE BANNON: Síndrome de la desilusión causada por el dominante
de
Noticias Recon
21 mayo 2019
Race Bannon, alias PigMaster4PigSlave en Recon, ha sido organizador, escritor, educador, portavoz y activista en el mundo LGBT, cuero/fetichista, en el mundo del poliamor y en la prevención y el tratamiento del VIH/ETS desde 1973.
Poder sincronizar las cosas es algo bastante raro. He estado sopesando la idea de escribir un artículo para expresar mi punto de vista sobre algunas interacciones decepcionantes e incluso a veces molestas que he visto entre tíos dominantes y sumisos. Justo después, un amigo fetichista y residente en San Francisco como yo (BeefyboyDaddy en Recon) hizo un post en sus redes sociales sobre lo que él denominó "Síndrome de la desilusión causada por el dominante."
Mi amigo se estaba refiriendo a la serie de retos que las dos partes en una relación dominante/sumiso encuentra cuando el sumiso se da cuenta primero y luego no es capaz de olvidar la diferencia significativa que hay entre el personaje de fantasía al que se habían sometido en su imaginación y la persona real. Ese justo era el asunto que había estado sopesando si tratar o no, pero mi amigo acabó encontrando un nombre mucho mejor para describir esa realidad.
Creo que este contraste entre la fantasía y la realidad ocurre mucho más a menudo en el ambiente fetichista de lo que nos gustaría admitir. Los sumisos normalmente elevan a a sus amos a un nivel de casi dioses porque les cuadra justo con el escenario de la fantasía clásica del amo que lo sabe todo, que es sabio y le sale todo bien. Esta es la receta perfecta para obtener un desastre. La distancia entre la fantasía y la realidad debe ser bien diferenciada y aclarada desde el comienzo de la relación, ya que esta se basa en unas dinámicas de intercambio de poder determinadas.
Quizás esto no les guste a algunos puristas, pero la verdad es que todo el ambiente está basado en una pura fantasía. Aunque las cosas físicas que nos hacemos unos a otros, desde el look que llevamos hasta las diferentes prácticas eróticas que exploramos, son una realidad física, las razones por las que hacemos esas cosas son generadas desde nuestras fantasías colectivas e individuales y, a la vez, crean una cierta mentalidad.
Todo en nuestro ambiente y en nuestras vidas eróticas individuales es una invención. Entre todos ponemos los cimientos de un ambiente que se basa en elementos que tenemos ante nosotros que hemos decidido considerar excitantes. Después cada uno de nosotros toma esas invenciones y las perfeccionamos hasta que cuadren con nuestra narrativa sexual interna, normalmente amplificadas por las imágenes mentales con las que nos masturbamos. Esas imágenes se convierten en la base de lo que consideramos nuestra identidad erótica individual y la serie de asociaciones y actividades que más nos excitan.
Nadie tiene el mismo rollo erótico que otra persona en su cabeza. Incluso cuando dos personas son bastante parecidas, la exclusividad y la diversidad de las experiencias vitales de cada persona, y ahí se incluye todo lo sexual, nos obliga a admitir que, aunque parezca que caminen, hablen y actúan de forma similar, todos somos muy diferentes.
Sin embargo, no es así como muchos de nosotros funcionamos. Aunque es natural que una fantasía erótica gire alrededor de la representación idealizada de lo que es la dominación y la sumisión, no nos damos cuenta de que esas representaciones están claramente idealizadas y no están basadas completamente en la realidad, todo esto es la descripción de un pre-requisito para una relación infeliz e insana, y a veces puede ser hasta peligroso.
Los juegos de intercambios de poder se pueden llevar a cabo en todas las formas y colores, desde encuentros esporádicos con follamigos en plan amo/sumiso hasta relaciones de poliamor o escenarios en plan familiar. Cada una de estas opciones trae consigo una serie de fantasías idealizadas sobre lo que lo que debería hacer un tío dominante en situación y cómo debería ejercer la dominación.
Desde luego que, antes de que alguien piense que me estoy, metiendo demasiado con los dominantes, me gustaría aclarar que estas desilusiones también pueden pasar con los sumisos. Al igual que a muchos dominantes les consideran sus sumisos como la personificación de la infalibilidad y la perfección, también muchos tíos dominantes ven a sus sumisos de la misma manera. Y después estamos todos los versátiles, que somo la mayoría, y que alternan entre dominante y sumiso según lo que les apetezca, pero que igualmente intentan coincidir con la idea que se les asocia de saberlo todo y de ser perfectos, independientemente del rol que lleven en ese momento. Pero esa es otra historia.
A menudo he dicho que en las clases de estilo Kink 101 o cuando se hace de mentor con otra persona, la primera cosa de la que se debería hablar antes de cualquier negociación, prácticas, técnica, seguridad o consentimiento es la definición de las expectativas correctas.
Una de las principales causas de las relaciones eróticas insatisfactorias son las expectativas irreales que se suelen tener. Por eso, con frecuencia construimos una fantasía en nuestras mentes con todo lujo de detalles y después salimos a la calle esperando hacerla realidad. Dependiendo de la complejidad y de los detalles de la fantasía, puede que sea más o menos difícil convertirla en realidad.
Si siendo sumiso, lo que esperas es que llegue y te agarre el tío dominante perfecto que lo sabe todo, que tiene sensibilidad, y nunca se equivoca, lo que te espera es una gran decepción. Si tienes una relación con un tío dominante y esperas que nunca cometa errores, que no esté triste o deprimido, que no necesite aprender cosas nuevas, o simplemente que no sea un ser humano imperfecto, te vas a llevar una buena decepción.
El hecho de vincular tu satisfacción erótica a unas fantasías tan difíciles de obtener puede ser la receta perfecta para una vida sexual insatisfactoria. Ten unas expectativas más realistas. Dale otra oportunidad a la gente. No me refiero a que tengas que cambiar lo que te gusta, o a que pruebes algo que no te guste hacer, sino que se trata de indagar y explorar otras opciones dentro de una relación en la que empiezan a surgir las alarmas. Simplemente ábrete a otras posibilidades. Creo que te hará más feliz.
A la hora de ser prácticos, creo que la mejor solución para evitar esas desilusiones es una conversación abierta y honesta al inicio de la relación, ya sea un viaje corto, o un viaje más largo en pareja. Pon tus cartas sobre la mesa cuanto antes. Aclara la expectativa que se pueda tener para reafirmar que no hay nadie perfecto en ninguna relación. Habrá que modificar las fantasías idealizadas para que sean factibles en el mundo real. Haremos errores todos porque forman parte de la naturaleza humana. Los personajes creados de dominante y sumiso que todos adoptamos deberían ser modificados según cumplan con las necesidades y fantasías sexuales de la otra persona, pero serán un obstáculo para obtener placer físico o emocional si se aceptan y adoptan sin ninguna pregunta o cualificación.
Si eres sumiso y tu amo muestra algunos aspectos que son propios de un ser humano que no es perfecto, acéptalo. Investiga para ver qué puedes hacer tú para que le dejes ser un ser humano normal y a la vez dominante, con todo su esplendor imperfecto.
Race Bannon ha sido organizador, escritor, educador, portavoz y activista en el mundo LGBT, cuero/fetichista, del poliamor y en la prevención y el tratamiento del VIH/ETS desde 1973. Ha escrito dos libros, ha publicado en varios lugares, ha dado charlas en múltiples ocasiones, ha creado el servicio médico y de psicoterapia que acepta el fetichismo sin tapujos más grande del mundo, fue el líder del The DSM Project que contribuyó de forma positiva a la forma en la que la psicoterapia en EE.UU. contempla el BDSM, ha fundado una editorial sobre sexualidad alternativa, ha organizado conversaciones radiofónicas sobre sexo, ha recibido varios premios nacionales y locales, y ha aparecido en numerosos documentales. Actualmente también escribe para el Bay Area Reporter y en su propio blog.
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