Problemas fetichistas gays #1: Problemas de vesturario con tu rubber
de
Noticias Recon
27 julio 2016
Tienes un evento dentro de poco. Te mueres de ganas de volverte a poner tu mejor look de rubber después de un tiempo.
Te lo pruebas rápidamente. No has ido mucho al gym y te has dejado llevar con la comida. Después de ajustarlo un poco, parece que te va bien al final. Vale, más apretado que antes, pero al fin y al cabo es rubber.
Piensas en lo buenorro que vas a estar con tu look favorito. Tu vuelta al ambiente será triunfal.
Llega la noche de la fiesta. Te pones el lubricante. Te pones tus shorts de rubber. Genial. Ahora viene la parte de arriba. Tardas un poco más. Necesitas más lubricante. Eso es el problema – la culpa es del lubricante. Te contoneas y giras, te mueves y te meneas. Y ya está, te lo has puesto. Todo va bien. Te pones tu chaqueta con capucha y sales por la puerta.
Caminas hacias la fiesta. Esa noche hace calor. Te corre el sudor por el cuerpo. Es muy agradable. Más y más sudor fluye. Te encoges de hombors.
Al llegar a la fiesta tienes que re-colocarte el rubber. Te bajas la camiseta de rubber sobre tu cuerpo sudoroso. Y se queda abajo – durante un minuto. Lo vuelves a colocar al llegar al bar. El local es húmedo y hace calor. Estás empapado.
Empiezas a hablar con alguien. Todo el tiempo sonríes y asientes mientras el sudor te cae por la cara. No has oído ni una palabra de lo que han dicho ya que estás inquieto por el temor creciente de tu barriga.
El rubber ya no le da un acabado perfecto a tu cuerpo. Te está apretando como una cinta elástica. No va a poder resisitir mucho más alrededor de tus 'un poco' más grandes y muy sudorosas caderas. Tu camiseta de rubber favorita se ha convertido en un crop top de rubber nada favorecedor. No es el look que habías planeado.
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