Problemas de un Fetichista #3: *CLICK* *FLASH*
de
Noticias Recon
01 septiembre 2016
Te has puesto tus mejores galas fetichistas y estás listo para salir.
Esta noche es la fiesta fetichista que has estado esperando, y no vas a volver a casa hasta que no estés 100% destrozado, exhausto y cubierto de todos los fluidos corporales de tantos hombres como sea posible.
Te has portado bastante "bien" todo el mes, o sea que, a la mierda, esta noche te lo vas a montar a lo grande.
Entras en el club y te haces una foto con tus amigos. Tu look es el mejor, o sea, ¿por qué no vas a hacerte una foto? Después de todo, es una foto de perfil de calidad profesional y además gratis.
Te tomas la copa de cortesía con tus colegas, y después te piras a las zonas de juego. Te diriges hacia el laberinto del cuarto oscuro para ver qué es lo que se cuece por allí. Aquello está que arde, y te quedas un rato.
¡Luego vas a la zona de meos! Estás que no paras. Ahora te toca mojarte a tope.
Acabas calado. Estás contento. Te lo estás pasando como nunca.
A ver si puedes encontrar un sling que no esté ocupado. Por casualidad encuentras uno justo en el centro. PUEDE QUE te hayas saltado la fila desordenada que había, pero ya hasta pasas de la etiqueta de las fiestas.
Y te quedas un rato allí. Es como si estuviesen pasando los días delante de ti sin darte cuenta. Pierdes la cuenta de las horas…y de los hombres que te has cepillado.
Finalmente parece que necesitas tomar un poco de aire fresco. O al menos fumarte un cigarro. Así que con pocas ganas te bajas del sling.
Has cumplido todos los objetivos toda la noche. Estás hecho polvo. Estás hecho polvo pero a saco. No te has sentido así de bien durante mucho tiempo. Ves a tus amigos juntos y te vas a verlos.
**FLASH**
Parpadeas.
Te das cuenta de lo que acaba de pasar. De la forma más inesperada te acaban de pillar en una foto de grupo. El fotógrafo ha desaparecido entre la gente antes de poder protestar. Intentas quitártelo de la mente y rezas a los dioses fetichistas.
Esperas durante los próximos días. Las fotos finalmente se publican. Agitado, empiezas a mirarlas todas. Tu primera foto es genial. Quizá un poco de barriga, pero un buen filtro puede disimularlo. Y entonces ZAS. En un sólo click se te cae el alma a los pies. Tus amigos salen super potentes y mejor que nunca. Por un lado apareces tú como si fueses algo que acaban de sacar de un canal.
Sabes que con lo bien que han salido tus amigos, esta foto va a tener un montón de me gustas, la van a compartir y tus amigos la van a poner en sus perfiles. Lo único que puedes esperar es piedad y la amabilidad de la compasión.
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