Problemas de Fetichistas #7: La oportunidad que perdí en Nueva York
de
Noticias Recon
27 noviembre 2016
Por el usuario de Recon SpikeMcCartney
En octubre de 2013, fui en coche a Nueva York, que está a 7 horas de donde vivo yo. Cada vez que voy a Nueva York, me gusta comprar algo en la tienda The Leatherman de Christopher Street para recordar mi visita. Así que, esa vez me compré un jockstrap de cuero, un plug, y un arnés para el plug. Nada del otro mundo, quizás "atrevido" para los que les va el rollo menos duro, pero fue simplemente algo para añadir a mi colección.
Entonces llevé mis compras a lo que creía que era mi habitación de hotel... pero en realidad, era un hostel. Aunque salgo de mi ciudad bastante a menudo, antes de esa ocasión, nunca había oído la palabra "hostel". Pensé que simplemente sería una habitación de hotel barata. Como Nueva York es tan caro, me emocioné al saber que iba a ahorrarme algo de dinero. No me importaba que mi habitación sólo tuviese una litera de metal y el suelo de terrazo. $100 era un buen precio si lo comparas con las habitaciones de hotel que había reservado antes.
Si nos trasladamos a esa noche – alrededor de la 1 o las 2 de la mañana – yo había dejado todas mis cosas a la vista, incluyendo las compras fetichistas, sobre la litera inferior. Pensé que esa habitacion era sólo para mí, COMO CUALQUIER OTRA HABITACIÓN DE HOTEL QUE RESERVAS, LO NORMAL, así que me puse a dormir en la litera superior como los guays. Por cierto, también duermo desnudo. Estaba desnudo sobre la cama y mirando algo en el teléfono cuando la puerta de repente se abre, se encienden las luces, y un tío de mi edad entra hablando por teléfono en francés. Me enfadé mucho. Al principio pensé que era el personal del hotel que venía a limpiar la habitación o algo así. Dejó su mochila en la litera inferior, y se le puso una expresión extraña en la cara, PORQUE OBVIAMENTE VIÓ TODOS LOS JUGUETES FETICHISTAS PUESTOS SOBRE SU CAMA. Entonces, me senté en la cama, me cubrí los pezones con la sábana como si fuese una mujer, y le empecé a gritar. Él se quedó confundido. Le dije "¡Ésta es mi jodida habitación!", y se fue sin decir nada.
Seguía enfadado, pero me puse los pantalones del pijama, y bajé a la recepción para ponerme a gritarle a quien estuviese trabajando en la recepción a esa hora. "¡Habéis dado mi habitación a dos personas diferentes!" les dije. Evidentemente, ellos pensaron que yo era idiota. "Así es como funcionan los hostels, se comparte habitación con otras personas" dijo el tío de la recepción. Yo aún no había comprendido el sistema. Volví a mi habitación, y allí estaba el mismo tío de antes con el jockstrap de cuero en sus manos, examinándolo. Se dió cuenta de que yo acababa de entrar y lo dejó caer diciendo "¡Lo siento!" y se fue. No le volví a ver.
¿Le molaba el rollo morboso también? Estaba bastante bueno, la verdad. Qué mal, no saber lo que era un hostel antes de reservar esa habitación... en un hostel. No habría tenido ningún problema en compartir una habitación como ésa con un tío bueno francés curioso, si hubiese sabido lo que era un maldito hostel, en primer lugar. Qué mal, me puse como un loco con él, destruyendo la posibilidad de hacer realidad una fantasía...
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