OPINIÓN DE USUARIO: La fetichización de los hombres heterosexua: ¿montárselo o no montárselo con ell
de
Noticias Recon
06 octubre 2021
Por NikeShoxJock
Confesión: la ingenuidad es una plaga que afecta de forma natural a los jóvenes. Entre mi experiencia de novato y la comprensión de la comunidad fetichista, no conseguía entender un acto sexual muy común: montárselo con hombres heterosexuales.
Conocía el reto fantasioso de ''convertir'' a los hombres heterosexuales. Vaya subidón para el ego para cualquier hombre no heterosexual el poder agarrar la naturaleza biológica humana por el gaznate y convertirla en sumisión homosexual. Los hombres heterosexuales están (biológicamente) prohibidos para nosotros, ¿no? (Insertar carcajada aquí). En realidad, no, como me enteré después. Hago una pregunta – además de la emoción del subidón para el ego que te da conseguir cualquier tipo de acto sexual con un hombre heterosexual, ¿por qué hacerlo, en primer lugar? ¿Por qué montártelo con un tipo de hombre que la sociedad nos dice que es superior a nosotros—que es normal? Exploremos . . .
Lo primero es que, desde el punto de vista del dominante, tener a un hombre heterosexual en el rol de sumiso podría ser igual que montárselo con un hombre no heterosexual—excepto por las relaciones sexuales. Ya que los juegos BDSM no tienen por qué culminar siempre con algo sexual. Recuerdo a un usuario de Recon que escribió un artículo sobre cómo no tenía en cuenta el sexo/género de su amo, ya que no le importaba. Si el amo es capaz de satisfacer sus necesidades, como el sumiso que era, entonces él se sentiría realizado. Pensando en esta idea, mi ingenuidad se hizo añicos. Los hombres heterosexuales pueden y disfrutan siendo dominados por otro macho, no porque se sientan atraídos hacia los hombres, sino porque los amos machos de forma natural emiten una energía dominante innata que compensa el deseo de un sumiso heterosexual de que lo dominen.
Está claro que la gente bi-curiosa existe. Y es importante señalar este aspecto. La sexualidad podría tener algo que ver con esto también. Pronto concluí que, para los hombres bi-curiosos, el morbo (el bondage, los juegos de impacto, la servidumbre, etc.) es un punto de inicio en el que los anteriormente mencionados hombres heterosexuales pueden comenzar su viaje hacia el mundo de lo bi-curioso, y finalmente puede llegar a algún tipo de acto homosexual, desde besuqueos hasta masturbar a su amo, sexo anal o cualquier otra cosa.
Aparquemos un momento la idea de la bicuriosidad, volvamos a la idea de la "conversión". Es esencial que nos recordemos a nosotros mismos que hay una diferencia real entre la atracción sexual y la estimulación sexual. Las terminaciones nerviosas son terminaciones nerviosas, y cualquier fuerza que excite esas terminaciones nerviosas en la zona de los genitales es procesada como un estímulo sexual. Al igual que los hombres heterosexuales pueden ser estimulados por otro hombre a través del sexo oral, un hombre gay también podría ser estimulado por una mujer a través del sexo oral. Esto no significa que haya atracción, sino que los nervios están siendo simplemente estimulados. Hago hincapié porque eso es suficiente para algunos hombres que no son heterosexuales: obtener el consentimiento de un hombre heterosexual para dejarse que se la chupen y hacerlo de tal forma que tenga que comparar sus experiencias con mujeres con esa experiencia específica con un hombre, mientras que la parte que está realizando sexo oral espera que el otro se dé cuenta de que ha disfrutado más con esa experiencia que con las experiencias previas realizadas con mujeres. Esto es sin duda una herida profunda en el castillo de cristal de la heteronormatividad que ha construido la sociedad. La ausencia de atracción hacia el mismo sexo es irrelevante cuando la estimulación es suficientemente buena. Esta es la razón por la que a veces los hombres heterosexuales buscan a otros hombres para les satisfagan a través del sexo oral.
Tengo que hacer una pausa y preguntar, ¿y qué hay del porno Gay4Pay (gay por dinero)? Los consumidores de contenidos para adultos van a estos sitios porque los hombres heterosexuales (o los que pasan por heterosexuales) follan entre ellos. Saber que los participantes son heterosexuales (o al menos nos dicen que lo son) añade más emoción al asunto. Es como un tabú. Es peligroso. Es sorprendente porque se supone que no debería pasar, por eso, al igual que todo lo que se supone que no debería pasar, ha acabado siendo algo muy sexualizado. Sin olvidar que cuando se trata de dinero (mucho dinero), las reglas y las tradiciones dejan de tener validez.
La heterosexualidad es un fetichismo.
He hablado de los sumisos heterosexuales, pero ¿qué hay de los amos heterosexuales? Esto es quizás lo que más me sorprende. Para vuestra información, al principio este rollo me parecía homófobo y en plan desprecio hacia sí mismo. ¿No refuerza esta dinámica los estereotipos de que los hombres heterosexuales son hombres de verdad y los que no lo son, son solo maricas? Emana homofobia por los cuatro costados y a la vez es muy popular. ¿Por qué darles a los hombres heterosexuales más leña para echarle al fuego? Bueno, pues me puse a investigar. Y una vez más, mi inocencia era obvia. Me avergüenzo de mí mismo por pensar que los sumisos bi y gay quieran que les dominen amos heterosexuales. Todas las relaciones en la vida, hasta cierto punto, se presentan como algo que incluye o elimina la dinámica dominante/sumiso o superior/inferior. Y aunque muchas de esas dinámicas partan de la intolerancia de la inseguridad y la avaricia, muchas también son naturales, como en plan padre-hijo. Dar el consentimiento a que te domine un hombre heterosexual porque sea heterosexual, no solo trastoca la noción absurda de que de alguna forma la heterosexualidad es superior a otras orientaciones sexuales, sino que también ayuda a controlar lo que pasa durante una sesión segura y privada.
¿Cuántos amos heterosexuales aficionados se han aprovechado de dominar a sumisos no heterosexuales? Siempre es lo mismo: veneración de músculos, degradación verbal, veneración de pies, poppers y dominación financiera. Como la mayoría de los amos y los sumisos sabe, necesitamos a los demás para sobrevivir, hablando en términos sexuales. Nos equilibramos el uno al otro, haciendo realidad los deseos más oscuros. Los sumisos no heterosexuales se alimentan de la energía alfa heterosexual y la encuentran erótica; servir a ese hombre dominante heterosexual, como decía antes, trastoca la norma de que la heterosexualidad sea superior, pero también participa en el juego del reto de convertir a un tío. Al igual que los sumisos heterosexuales necesitan que les domine un hombre para compensar ese vacío, quizás los amos heterosexuales necesitan lo mismo. Como cualquiera que lo haya probado puede verificarlo, montárselo con diferentes sexos es diferente y a veces hay cosas que simplemente se echa en falta. Hay gente que separa completamente el BDSM del sexo y no le da importancia al sexo/género del amo o del sumiso, pero para otros, eso no siempre es así. Aunque a muchos amos heterosexuales se les pague para dominar a sumisos no heterosexuales, y por lo tanto el dinero sea el principal factor motivador, quizás, también haya una necesidad psicológica en la que los amos heterosexuales tengan que dominar a otros hombres. Y aunque espero que esto no se extrapole al mundo real y les convenza a los amos heterosexuales de que a los sumisos les gusta ser tratados de esta forma en la vida real, este rollo proporciona a los amos heterosexuales una forma de desfogarse en la privacidad de una dinámica consensuada.
Por lo tanto, esto da un equilibrio a la dinámica de poder entre el amo heterosexual y el sumiso no heterosexual. ¡El intercambio de poder es algo emocionante para los dos, y el subidón del ego del sumiso no heterosexual es flipante, ya que el amo heterosexual depende de él!
Pregunta rápida: ¿los amos heterosexuales estarían interesados en dominar a sumisos heterosexuales? No estoy seguro. Pero creo que no es el mismo tipo de sensación. La razón es que, al igual que la heterosexualidad queda convertida en un fetiche, como fetiche psicológico o/y sexual, también se hace de la homosexualidad un fetiche. Y aunque resulte extraño, para que funcione una dinámica así, los polos opuestos deben atraerse y equilibrarse el uno al otro. Espero que esto tenga un efecto duradero gracias al que los hombres heterosexuales respeten la virilidad de los hombres no heterosexuales.
Concluiré este artículo de opinión con mi propia perspectiva personal. Como sumiso, me gusta que al menos los amos se sientan atraídos por mí sexualmente. Por lo tanto, no me puedo imaginarme a mí mismo siendo dominado por un hombre heterosexual. Tampoco tengo ningún deseo de dar placer oral a un hombre heterosexual o ni siquiera agacharme. El reto de ''convertir'' a un hombre heterosexual no me llama la atención. ¿Que si me apetecería montármelo con hombres bi-curiosos? Sí, si les ayuda a aclarar su identidad.
A pesar de ser sobre todo sumiso, tengo mi lado dominante, aunque solo se desata en determinadas circunstancias. Me he dado cuenta de que dominar a un hombre heterosexual me resulta bastante erótico. Quizás la raíz de esto se encuentra en una heterofobia latente, no lo sé; pero me gustaría dominar a un tío heterosexual, y de esta forma, se podría decir que tengo un fetichismo por los heterosexuales. Me gusta encontrarme con perfiles de hombres heterosexuales en Recon y descubrir con qué tienen fantasías y qué es lo que desean. Después de todo, muchas de estas webs tienen contenidos en los que los amos gay dominan y follan a sumisos heterosexuales, algo que encuentro muy erótico, al igual que le pasa a mucha más gente, sin duda.
Entonces, hombres heterosexuales – la cuestión es montárselo con ellos o no. En lo que se refiere a si el hombre heterosexual es más noble, pues bueno…
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