OPINIÓN DE USUARIO – Juegos de intercambio de rol: jugar o no jugar he ahí la cuestión (sexual)
de
Noticias Recon
16 enero 2024
Por NikeShoxBoy
¿Puede el sexo convertirse en un juego? La mayor parte de la gente consideraría esta pregunta, por lo menos, confusa. El sexo es un acto serio. No debería tener la connotación laxa y frívola de la palabra juego. Pero los juegos también pueden ser serios. Existe toda una cultura alrededor de los juegos y los gamers se toman los juegos muy en serio. No sé vosotros, pero mis videojuegos favoritos al hacerme mayor eran los juegos de intercambio de rol. Un jugador puede tener el rol de casi cualquier persona o de cualquier cosa. Vivir las fantasías y/o participar en otros mundos totalmente diferentes dentro del mundo real puede ser emocionante, y hasta catártico. En lo que se refiere al sexo, la fantasía del intercambio de roles es básicamente lo mismo. Pero antes de ponerme a defender el intercambio de roles y a hablar de los detalles, es importante señalar las razones que existen en contra de esta afirmación, o más bien, de por qué la gente no los considera como algo atrayente.
La primera es que es fantasioso y completamente falso. Esta es la razón principal. Deberíamos tomarnos el sexo (y el fetichismo) en serio. Fingir ser otra persona y pensar que el sexo es un ''juego'' puede ser considerado como algo irresponsable y quizás hasta estúpido. Algunos consideran hasta que la palabra en sí, juego, es ofensiva. Tanto que hasta lanzan la pregunta, ¿por qué se quiere ser alguien que no eres, especialmente al mantener relaciones sexuales? Lo natural es que tú y tu pareja queráis estar el uno con el otro, no con un personaje inventado.
Otra razón que dan es que se tarda demasiado al montártelo en plan intercambio de roles. Sí, dependiendo del rollo, puede durar horas. Está claro que una sesión fetichista puede durar horas y de hecho dura horas, pero normalmente no hay una historia detrás. Los dos participantes van al grano. Para los que les gusta el intercambio de roles de verdad, pueden estar hasta una hora antes de empezar a hacer algo sexual.
Tener miedo por el rendimiento que se hará. Literal. Una cosa es estar nervioso por cómo vas a rendir como tú mismo, y otra muy diferente es rendir como si fueses otra persona, que puede ser intimidante. En el intercambio de roles hay presión por actuar sin salir del personaje, desde el principio hasta el final.
Finalmente, la última razón que se suele dar en contra de los juegos de intercambio de rol es que, al igual que con otros fetichismos, ¿puedes mantener relaciones sexuales sin llevar a cabo esas escenas? Es una pregunta extraña, pero merece la pena recapacitar sobre ella. Como los videojuegos en general, vivir en un mundo de fantasía puede ser adictivo. Para algunos de los que les gusta este rollo, la idea de hacer el amor o de montarse una sesión fetichista tradicional sin los elementos añadidos de la historia, la situación y todo lo que te lleva a ese rollo puede ser aburrido. ¿Qué nos dice esto acerca de esa persona? No querer ser tú mismo en un momento muy íntimo. ¿Qué nos dice esto acerca de esa persona y de cómo ves a tu compañero sexual? El hecho de querer que juegue siempre como si fuese otra persona puede ser grosero o insultante. Son buenas preguntas, desde luego. Pero como se suele decir, todo está bien, con moderación.
Entonces, ¿por qué existen los juegos de intercambio de rol, en primer lugar? ¿Qué tienen de atrayente? Nuestras vidas sexuales se enriquecen con lo que añadimos con nuestros fetichismos, incluidos los diferentes tipos de persona. Los seres humanos sexualizan millones de aspectos físicos, de energías, vibraciones y atuendos. Como uno se presente ante el mundo para las diversas ocasiones puede liberar ciertas feromonas o desencadenar reacciones en los demás que pueden tener como resultado, bueno, pues que te pongas cachondo. Una simple experiencia platónica como hablar tranquilamente de un libro con un profesor puede convertirse en algo sexual por cualquier razón. Estas razones, o desencadenantes sexuales se sexualizan fácilmente, y después evolucionan hasta convertirse en fantasías.
¿Pero todos los juegos de intercambio de rol necesitan un ímpetu, una situación o una interacción tan platónica? No necesariamente. Piensa en el rollo Amos & Esclavos. Los amos y esclavos que viven esta realidad como un estilo de vida, no consideran estos roles como ''roles'', sino que simplemente es el tipo de persona que son. Sin embargo, para aquellos que no llevan el estilo de vida tradicional de los amos y los esclavos, hay un momento en el que el amo y el esclavo vuelven a la realidad y aparcan esos roles hasta la siguiente sesión. Para estos amos y esclavos, no hay ninguna justificación para justificar una interacción platónica para realizar un intercambio de poder y mantener relaciones sexuales, ya que sus roles de amo y esclavo garantizan un respeto inmediato y el decoro adecuado tan pronto como comienza la sesión. La dominación y la sumisión tienen lugar de forma natural ya que se dan de forma espontánea normalmente.
Sin embargo, con la fantasía de los juegos de intercambio de rol, hay ciertas preguntas que deben ser respondidas antes de meterse en el personaje. ¿Qué personajes vais a ser y cuál es la historia que tienen esos personajes? ¿Y las descripciones, como la edad, los trajes y los temperamentos? ¿Rollo o rollos de la sesión? No os olvidéis de las dinámicas de poder. ¿Quién es el dominante y el sumiso, o van a intercambiarse estos roles también en algún momento? ¿Y qué hay de los actos sexuales, y los fetichismos? ¿Cuáles están incluidos, cuándo y hasta qué punto? Pero recordad, es importante mantener un equilibrio entre lo que se planea y lo que se desarrolla de forma natural durante la sesión. La magia no debería desaparecer al saber de antemano todo lo que va a pasar.
Además del todopoderoso orgasmo y de subidón creativo que te da el montártelo con alguien o con una versión exagerada de un rol normal, como el del estudiante o el paciente. ¿Existe una catarsis más psicológica en los juegos de intercambio de rol? Yo creo que sí. Es normal sexualizar a alguien que tenga una posición de poder o, por el contrario, de cero poder. Las razones por las que sexualizamos ese poder, y esa persona se pueden conectar con las dinámicas de la vida real, que se pueden encontrar en nuestras vidas profesionales o personales. Esa sexualización puede llegar a ser tan intensa que puede ser muy estimulante reflejar esa dinámica específica en el intercambio de roles, que es una realidad que puedes explorar con seguridad. Quizás se intenta compensar un vacío o un conflicto de la vida real. O estás explorando una de tus facetas que no se puede mostrar al mundo. Los juegos de intercambio de rol nos pueden permitir controlar la narrativa o poner paz a un conflicto interno o externo que no se puede resolver en nuestro favor. Esta es la razón por la que el intercambio se roles puede ser catártico.
¿Antes de concluir, hay sesiones o escenarios que estén mal vistos o sean vergonzosos? Sí, y entiendo la obligación que tengo de destacar rápidamente los que pueden ser considerados ilegales o moralmente incorrectos. El primero es el consentimiento a no tener consentimiento, o también conocido como juego de intercambio de roles en plan ''violación''. Otro es el juego con razas: sexualizar dinámicas raciales o culturales y aplicarlas a una situación políticamente incorrecta, problemática o directamente racista. También está la simulación del incesto y de los juegos de rol con el elemento añadido de la edad. Mucha gente traza una línea de separación muy clara entre la sexualización de relaciones biológicas, directas y/o con miembros de la familia, aunque sean familiares lejanos, versus a los legales, y consideran pedofilia o hebefilia el intercambio de roles a un escenario en el que tú o tu pareja desempeña el papel de un menor.
Voy a terminar contando algo más personal. Yo también utilizo el intercambio de rol como una catarsis. Con frecuencia sexualizo las dinámicas, las situaciones o las personas de la vida real con el objetivo desarrollar mi curiosidad o finalizar determinadas relaciones. También utilizo los intercambios de roles como un vehículo para presentar las diferentes facetas de mi personalidad que no puedo mostrar al mundo real. En este rollo, normalmente aparezco como un niñato malcriado, independientemente del personaje que tenga. Ser un niñato malcriado pone a prueba a mi amo; le hace merecerse mi sumisión. Además, aumenta la tensión platónica con una pizca clara de suspense. Muchos dominantes critican a los sumisos en plan niñato malcriado por ser – como me han dicho en el pasado – petardas lloricas que no tienen respeto y no merecen ser dominados. Vale, no tengo nada en contra de esa perspectiva. Simplemente estoy en total desacuerdo.
El sexo es algo serio. Y para muchos, no es un juego ni se trata de ''jugar''. Pero en lo que respecta a la verisimilitud, personalmente esta en mi opinión: juega a ser Dios con tu vida sexual. Convierte tu fantasía en realidad.
***Si quieres compartir una experiencia fetichista o morbosa en un artículo de usuario, envíanos tus ideas o un borrador a: social@recon.com
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