Día Mundial contra el sida: Vivir con el VIH: El viaje de Ruaidhri
de
Noticias Recon
14 noviembre 2016
Por Ruaidhri O'Baoill
[Este artículo apareció en la revista FS Magazine, publicada por GMFA]
Al hacerme mayor, encuentro cada vez más cosas que son menos importantes y mi actitud al aceptar cada día como viene se está desarrollando cada vez más. También he podido ver que rodearme de un buen grupo de amigos gays ha sido más necesario y tiene mucho más valor de lo que pensé al principio. De forma simultánea al proceso de hacerme más maduro, mi visión del VIH también ha cambiado y sobre todo, la visión que tengo de mi propio diagnóstico.
Si pienso en el principio, tengo que decir que no sentí ni la desesperación ni el sentimiento de que se iba a acabar el mundo cuando me dijeron que era VIH positivo; todo eso me pasó seis meses después cuando la normalidad cotidiana de vivir con el VIH se hizo más patente. Mi preocupación en ese momento era pensar que todo lo que hacía y opinaba estaba de alguna forma relacionado con el VIH o con mis sentimientos hacia el VIH.
Aunque en ningún momento quise pasar de todo lo relacionado con el VIH, lo que hice fue concentrarme en otras partes de mi vida -como me dijo hace poco un chico-. Tan pronto como canalicé mi energía hacia ese aspecto de mi vida, las cosas empezaron a cambiar. Me sentí mucho más cómodo en mi propia piel y empecé a evolucionar hacia la persona que me gusta ver cada mañana en el espejo. Supongo que de alguna forma tengo que aceptar que vivir con el VIH ha tenido un papel importante en este proceso.
Vivir con el VIH me ha centrado y a la vez me ha permitido redirigir el foco de lo que quiero en la vida. También ha creado la oportunidad de participar en algo en lo que nunca pensé que participaría.
A través de mi experiencia he sido capaz de dar más visibilidad a mi historia en la revista FS Magazine con la esperanza de que sirva de ayuda y apoyo para otros chicos seropositivos. También quería que la gente que no vive con el VIH fuese más consciente de nuestra realidad para que puedan entender cómo se siente uno y para que puedan eliminar el estigma de la comunidad.
Bueno, esto no ha sido la tarea más fácil. Me he encontrado con el rechazo y con el miedo de la gente y no siempre lo he llevado de la mejor manera. A veces, me he dejado llevar por el estigma de los demás y la verdad es que eso no me ha ayudado en nada. Me he tenido que entrenar a mí mismo para entender las diferencias entre la pura ignorancia o el miedo y el estigma y la estupidez sin más.
Mi curva de aprendizaje ha sido impresionante y ahora sé cuando debo invertir en la educación de una persona, o si simplemente debo ignorar a ese individuo y seguir mi camino. Como consecuencia de todo esto, parece que he encontrado una especie de paz interior con la reacción de la gente cuando les digo que soy VIH positivo. En el futuro estoy seguro de que habrá gente que pondrá a prueba mi paciencia, pero estoy bastante orgulloso de lo que he conseguido durante los últimos dos años ¡y me ilusiona lo que aún está por llegar!
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