EXPERIENCIAS DE NUESTROS USUARIOS: Oh, entonces éso es el rubber
de
Noticias Recon
14 abril 2016
Por OhBilly
Os diré una cosa: antes de trabajar en Recon mis experiencias morbosas o fetichistas habían sido muy limitadas. Había jugado un poco con algunos tíos morbosos, y había ido a algunas fiestas, pero nunca había ido a ningún evento fetichista y toda mi equipación se reducía a tener un…bueno, un jockstrap.
Claramente, esta exposición limitada se ha desarrollado un montón durante el año y medio que llevo trabajando en ello a tope – sobre todo porque finalmente tengo acceso a la comunidad fetichista y mi visión del mundo se ha ampliado. Siempre he sido abierto en lo que se refiere al sexo y los juegos sexuales, simplemente nunca había tenido ningún tipo de conexión con todo ese morbo en mi día a día. Como aparecía en un artículo recientemente publicado en Recon, el fetichismo te encuentra a ti cuando te encuentra, y no puedo estar más de acuerdo con esa declaración.
Cuero, rollo deportivo, jocks y arneses. He desarrollado mi gusto por esos fetichismos y los he experimentado en diferentes grados, pero el fetichismo que siempre se me había escapado era algo importante – no había tenido muchas experiencias con el rubber. Todo esto cambió hace poco durante un viaje a Berlín y, sí, puedo decir que estoy enganchado.
No sé por qué no me lancé antes al rubber. Por alguna razón, un arnés y un jockstrap estaban bien, pero el hecho de pensar en el rubber me hacía preocuparme por mi cuerpo. No me podía imaginar llevándolo sin pensar en los bultos antiestéticos; parecía que iba a estar muy expuesto. Es bastante irónico viniendo de alguien que tiene pocos escrúpulos a la hora de tener el culo al aire con un jock.
Sin embargo, con el tiempo, en lo que se refiere a mi experiencia como guarro novato, la curiosidad empezó a sacar lo mejor de mí. Como parte de mi trabajo, interactúo a menudo con tíos en rubber, y controlo el torrente constante de guarreo que es Twitter, así que no es muy sorprendente que empezase a sentir la necesidad de examinar lo que es el rubber.
Tengo un montón de amigos a los que les pone el rubber, y hasta me han prestado algunas piezas de mi elección. Pero cada vez que me han prestado algo para la noche al final me lo he probado y lo he dejado en casa, y en vez de ponérmelo, he preferido ponerme mi propio cuero, y devolvérselo al dueño (limpio como es debido, por supuesto). Lo que me dejaban siempre me quedaba mal y no me daba mucha confianza en mí mismo. Pero mi curiosidad seguía creciendo. Hace poco me decidí a comprar un polo de rubber como un capricho. No me dió tiempo a probármelo antes de ir a Berlín, ya que mi proveedor de lubricante/talco se había reducido/no existía,por eso, lo puse en mi maleta pensando que quizá me lo pondría.
Cuando llegué pensé que o lo daba todo, o me volvía a casa, así que me compré unos shorts de rubber en Gear Berlin, y volví al hotel para probármelo todo. Me puse lubricante, me lo tomé en serio y me puse el rubber. Me lo coloqué bien delante del espejo y empecé a tener un sentimiento increíble – me sentí bien. Bueno, los bultos imperfectos aún estaban allí, pero no me importaba. Podía sentir el sudor escurriendo por mi piel, y me puso. Después pasé una hora o así en la habitación del hotel – respondiendo a emails, escuchando podcasts, escribiendo artículos para el trabajo – con todo el equipo puesto. Afortunadamente, esa noche tenía un sitio al que ir.
Llegó el momento de salir – para ir a Snax. Me fui del hotel con mi rubber puesto bajo mi chaqueta con capucha y mi chándal y tuve una sensación alucinante. Me sentí poderoso y seguro de mí mismo y me encantaba que los tíos pudiesen ver un poco del rubber bajo la ropa – como si fuese una bandera izada en mi nueva alma guarrilla de rubber. Era una sensación tan natural. Llegamos a la discoteca, y llegó el momento de quitarme la ropa. Al esta de pie con mi look, me sentí invencible y como si estuviese justo en el lugar en el que siempre había tenido que estar. No os daré los detalles más picantes de esa noche/la mañana siguente, pero digamos sólo que quedará en los libros de la memoria como uno de mis eventos fetichistas favoritos más experimentales hasta la fecha. ¡Ah la magia de Berlín en primavera en rubber!
De todas formas, os estaréis preguntando por qué he decidido compartir esto con vosotros. Lo admitiré, me lo he preguntado a mí mismo cuando iba por la mitad, pero me he dado cuenta de que reiteraré lo que he dicho antes en el artículo al que he hecho referencia – encontramos nuestros gustos cuando los encontramos. Y ademas añadiré que – no deberíamos tener miedo de probar cosas diferentes en el fetichismo e intentar ir en direcciones nuevas. Si tienes curiosidad por algo, que le den, simplemente hazlo. Yo lo hice – al final – y sinceramente no creo que me vaya a arrepentir.
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