EXPERIENCIAS DE NUESTROS USUARIOS: Mi primera experiencia como amo.
de
Noticias Recon
14 febrero 2016
Por MasterJ030
Hace unos meses, me lancé y creé un perfil en Recon. Fui escueto, expliqué mi falta de experiencia y mis intereses, es decir, lo que tenía ganas de explorar como Amo. Cuando terminé, sentí esa emoción de no saber lo que va a pasar después combinada con un poco de ansiedad. Tenía muchas ganas de ver lo que iba a suceder…
Durante las semanas siguientes empecé a recibir todo tipo de mensajes. Al principio tenía miedo de que mi falta de experiencia no me hiciese un candidado interesante. Me equivoqué por completo. Muchos sumisos respondieron y querían conocerme y tener una sesión conmigo. También recibí mensajes de otros amos que se ofrecieron a dejarme prestado su esclavo para que le diese una buena.
Una de las respuestas que tuve fue de un chico atlético de unos cuarenta y pocos años. Parecía un sumiso majo que había tenido algunas experiencias en el pasado, y le apetecía seguir explorando su lado sumiso. Nos contamos nuestras preferencias, fantasías e ideas y me pareció bien planear mi primera sesión con él.
Decidí comprar en internet las herramientas básicas para un principiante como yo, que fueron una venda para los ojos, esposas para brazos y pies, cinta adhesiva para bondage y un látigo simple. Cuando llegó el día de la sesión, me puse muy nervioso, esto tuvo como consecuencia que no pude quitármelo de la cabeza en ningún momento. Tenía miedo de hacer daño al sumiso con mis acciones. Afortunadamente, después de un par de copas de vino, me conseguí relajar más y pude empezar a explorar mis fantasías más íntimas.
Me lo pasé muy bien dándole de comer como a un perro, me senté sobre su espalda y le dí órdenes de cuándo podía comer y beber. Además, con las interacciones verbales, me metí en mi papel de amo y me pusieron muy a tono. También descubrí lo divertido que es poner una venda sobre los ojos del esclavo y hacerle esperar un momento y después sorprenderle un segundo después. Me gustó darle latigazos y echar cera de vela sobre su cuerpo. Ver cómo le excitaba todo esto me ayudó a marcar el ritmo y la dirección correcta del viaje. Fue una buena idea poner música electrónica para guiarnos hacia la dirección en la que fue la sesión y también nos ayudó a que se disimulasen los sonidos que producíamos.
Cuando vuelvo a pensar en ello, puedo decir sinceramente que disfruté de la sesión más de lo que esperaba. El hecho de tener a un tío sometido a mí durante la sesión me la puso dura. También el hecho de poder controlar y hacer lo que me vino en gana resultó ser erótico, no sólo a nivel sexual, sino también a nivel mental – que subidón.
Quiero seguir explorando más con otros sumisos.
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