EXPERIENCIAS DE NUESTROS USUARIOS: La habitación sensorial de Recon
de
Eventos Recon
11 abril 2018
Por Skully, miembro del Equipo Recon
Una cosa a la que me he acabado acostumbrando al trabajar en Recon es a quedarme sorprendido a menudo. Siempre hay cosas nuevas y mejores en las fiestas que organizamos, diferentes distribuciones del espacio e incluso el año pasado, en la fiesta de diciembre, aprovechamos y seguimos rompiendo barreras al crear una habitación sensorial.
Solo había probado lo que es una habitación sensorial una vez en mi vida, fue dentro del marco de una exposición artística y fue divertido, pero no muy morboso. En realidad, no fue nada morboso, por eso cuando me enteré de que estábamos preparando una para la fiesta de Recon de diciembre me quedé muy intrigado.
Así fue mi experiencia en la habitación:
Era ya bastante tarde cuando decidí ir a ver qué tal estaba un amigo mío que se encontraba a la puerta de la habitación sensorial y de paso, decidí echarle un vistazo al tema. Pasé por delante de la zona de meos y me sorpendí al ver una fila para entrar bastante larga – evidentemente se había corrido la voz, y muchos chicos tenían ganas de ir a ver lo que se cocía dentro. No tuve que esperar mucho y al entrar me dieron una máscara de gas estándar de Recon – si antes no estaba convencido, a partir de ese momento vaya si lo estuve...
Al pasar por la cortina de plástico grueso, me llevé una bofetada de humo blanco en la cara. El humo espeso no me dió ni un segundo para acostumbrarme a la habitación, inmediatamente no fui capaz de tener ni siquiera una referencia visual. A partir de ese momento, no pude contar con el sentido de la vista ni con el del espacio, que normalmente damos por sentado al entrar en una habitación.
Justo en ese momento intenté pensar en la habitación en la que había entrado, y en lo que recordaba sobre ella – el tamaño, la disposición, dónde estaba la cabina del DJ, la zona en la que estaban los asientos. El hecho de intentar visualizar la disposición de la habitación a partir de lo que recordaba mientras estaba de pie fue más difícil de lo que me había imaginado. Rápidamente me di cuenta de lo poco que podía confiar en mi memoria. Me limité a imaginarme las cosas sin ninguna pista que confirmase lo que estaba suponiendo, solo tenía una vaga idea.
Caminé con los brazos extendidos (sabía que el único obstáculo posible era otro tío fetichista con su máscara de gas puesta), me relajé, era capaz de oír el sonido sordo del tecno a unos pasos pero dentro de la habitación reinaba una extraña paz. Realmente no podía oír nada, aunque sabía que la fiesta estaba justo fuera de esa habitación, era como estar en el ojo del huracán. Lo único que podía ver eran las luces estroboscópicas de un láser atravesando la nube de humo.
Seguí caminando despacio a través del humo y de repente otra máscara de gas se detuvo delante de mí. No distinguí los detalles, pero al acercarme hasta estar a pocos centímetros del otro tío, vi que llevaba rubber. Nos rozamos al cruzarnos y al darme la vuelta desapareció tan pronto como había aparecido. Seguí dando vueltas y no tenía ni idea de cuántos tíos había ahí o de dónde estaban. Era excitante. Decidí ir a dar otra vuelta por la habitación haciendo círculos y vi a otros chicos al caminar hacia lo que que creía que era la cabina del DJ. Me quedé cara a cara enfrente de otro tío que se paró, me tocó lentamente y después se fue , y luego me encontré a otros dos tíos que se lo estaban montando.
Me parecía que había dado una vuelta completa a la habitación y justo en ese momento me di cuenta de que no tenía ni idea de dónde estaba. Volví a extender los brazos y me puse a caminar y finalmente llegué a la pared y a la zona para sentarse, y entonces me puse a navegar por las otras partes de la habitación sabiendo que la pared estaba a un brazo de distancia más o menos. En ese momento pensé que ni siquiera sabía cuánto tiempo había pasado en la habitación y mis sentidos estaban adormecidos y eso me daba una sensación agradable. Vi otra pareja follando con las máscaras de gas puestas, seguía sin saber quién estaba en la habitación o cuánta gente había pero era genial poder seguir moviéndote por todo ese espacio tan diferente, y las máscaras de gas que llevaba todo el mundo le daba un punto de anonimato y morbo.
Al final llegué a la cortina de plástico que era la única entrada y salida y volví a la fiesta.
Lo primero en lo que pensé fue el calor que hacía, hacía mucho más calor fuera de la habitación al quitarme la máscara y el sonido del tecno era mucho más fuerte y alto. Al devolver mi máscara, vi que la fila era aún más larga que antes (había llegado en el momento correcto). Fuera, en la pista de baile, el volumen de la música era mucho más alto y todo era más brillante (¡a pesar de que la discoteca estaba oscura!) y así es como volví a todo el barullo de la fiesta.
Mi experiencia con la privación sensorial en un contexto fetichista había sido bastante limitada en el pasado, por lo que fue interesante poder experimentar algo más en serio. Eso sí, la próxima vez me llevo mi propia máscara para ver cuánto tiempo aguanto.
Vamos a volver a montar una habitación sensorial en la fiesta de Recon unSensored el viernes 4 de mayo en FIRE, Vauxhall, Londres
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