ENTREVISTA: Un usuario de Recon entrevista al creador de Nasty Pig. Parte 1
de
Noticias Recon
12 abril 2016
El historiador especializado en moda y residente en Nueva York Samuel Neuberg (Blackbandana991 en Recon) entrevista al fundador y Director Ejecutivo de Nasty Pig David Lauterstein. Neuberg, que es un experto en la historia y el desarrollo de los sistemas de vestido y la subcultura homosexual, quedó con Lauterstein en las oficinas centrales de Nasty Pig para hablar del nacimiento de Nasty Pig, el futuro de la marca y la evolución de fetichismo en Nueva York.
Samuel: Estoy aquí con David Lauterstein, el Director Ejecutivo de Nasty Pig y vamos a hablar un poco de la historia de la marca. Antes de nada, cuéntanos algo sobre ti.
David: Adoro el concepto y el lenguaje. Básicamente, Nasty Pig es una obra de arte gigante para mí. Crecí con el hip-hop, soy hijo del hip-hop de Nueva York
S: ¿Naciste en Nueva York?
D: Soy neoyorkino. Tenía 10 años cuando empezó el hip-hop y ví surgir a toda esa gente con talento y sin compañías discográficas que construían sus propios negocios, eso es lo que me inspiró cuando me hice mayor. Sabía que quería hacer algo por mi cuenta. Conocí a mi primer novio que era la persona con más talento que he visto en mi vida, nos liamos y con él perdí la virginidad y fundamos una empresa.
S: ¿Pero no siempre supiste que iba a ser una empresa de ropa o textil?
D: No. Cuando salí del armario en el 93, estaba el problema del SIDA y había mucha oscuridad en la comunidad gay. Cuando lo hice, estaba enamorado de mi identidad y de ser gay y me encantaba que me follasen y no entendía lo de avergonzarse de ello o que estuviese mal. Así que Nasty Pig empezó como la MFA que significa Metropolitan Faggot Authority (Autoridad Marica Metropolitana). Quería fundar una organización de activistas pero ya teníamos Act Up y GMHC, o sea que todo eso existía ya pero quería hacer algo culuralmente relevante, porque no veía que hubiese nada como lo que estaba pasando en el hip-hop.
S: ¿Y cómo era la Nueva York gay de 1993? En lo que respecta a, en primer lugar, la comunidad en general en los momentos después del SIDA; y, en segundo lugar en lo que se refiere a lo que había en el mercado para la gente que se quería vestir y parecer marica.
D: En lo que se refiere a la cultura, había una gran clase creativa en la ciudad porque era más barato vivir en Nueva York entonces, así que en la Nueva York del 93 se vivía en una ciudad que no era cara con un montón de artistas, y un montón de cosas underground. Lo que se podía empezar a ver era –había un diseñador en ese momento que se llamaba Raymond Dragon que estaba creando ropa de deporte ajustada al cuerpo. Después estaba Pat Field que estaba creando el look de la cultura de club, como la versión de los chicos de discoteca de la gente gay. Y lo que se empezaba a ver también era gente como Bruce Weber, fotógrafos que empezaban a fotografiar a esos hermosos hombres gays; porque, aunque el SIDA estaba destrozando la cultura, la gente que era VIH positiva iba al gimnasio y se cuidaba. Es decir, cuando salí del armario, había esa especie de disparidad entre gente muriendo y después de repente se veía el comienzo de una poderosa identidad masculina gay.
S: Eso conecta con mi siguiente pregunta, que es el hecho de que hoy, el nivel de consciencia y de visibilidad de los individuos morbosos dentro de la comunidad gay que no se esconden – es una diferencia como de la noche al día en un espacio de tiempo relativamente corto. En especial con tu marca, creo que hay un nivel de influencia y el hecho de ser una especie de vanguardia de todo ese cambio y de una mayor representación.
D: Mi marido y yo hablamos tranquilamente de cuántas cosas han cambiado y estamos muy orgullosos y conscientes de nuestro papel. Ya sabes, me daré una palmadita en la espalda. Hemos tenido una influencia enorme en la gente y la cultura gay en general y estoy muy orgulloso de eso.
S: Bueno, hasta cierto punto, tienes que ser consciente de lo que has hecho pero tampoco debes dejar que eso te ralentice. Y a pesar de tus años de duro trabajo creo que mucha gente se imaginaría que Nasty Pig es otra de esas empresas nuevas que están empezando desde hace un par de años, pero en realidad Nasty Pig tiene más de 21 años, ¿verdad?
D: Sí, tenemos 21 años. Empezamos en el 93, nos constituimos como sociedad en el 94 y abrimos nuestra primera tienda en el 94.
S: ¿Qué había en el mercado entonces? ¿No era el mismo look que veis actualmente, verdad?
D: En lo que se refiere a la moda, los chicos vestían camisetas muy ajustadas; ese era el look, sabes. Shorts vaqueros muy cortos y camisetas de tirantes ajustadas y camisas ajustadas. Afeitados, sin nada de vello corporal, y la comunidad fetichista, lo que quedaba de ella estaba lleno del protocolo de las viejas generaciones. Es decir, en parte, Nasty Pig empezó conmigo siendo un hiphopero que llevaba ropa ancha, zapatillas de deporte y la primera noche que fui a L.U.R.E., que era un bar de cuero, llegué a la puerta y no me dejaron entrar porque llevaba vaqueros anchos, un arnés y una gorra de béisbol y me marché diciéndole al portero "Soy joven, estoy cachondo, soy divertido y no me vas a dejar entrar. Pero si llevase botas y fuese malo en la cama me dejarías entrar." O sea que me fui y decidí que "iba a crear mi empresa". Sentí que iba a cambiar esa segmentación ridícula de la cultura gay.
[Continuará en dos semanas]
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