ARTÍCULO DE USUARIO: Liberado gracias a la castidad
de
Noticias Recon
26 noviembre 2019
Por slavepvg
Algo a lo que le he estado dando vueltas últimamente es a cómo cada uno de nosotros llega a un punto en su vida en que decide lo que es y lo que no es aceptable.
La razón por la he estado pensando en esto es mi reciente introducción a la castidad. La castidad es algo que te limita y te libera, te empondera y te humilla, y redefine tus puntos de vista al eliminar o suprimir una barrera enorme, tu ego.
Si ignoramos la castidad, se puede decir que un gran aspecto de quién soy como persona es mi pene. Es grande y se pone duro enseguida. Me define como un tío dotado, por lo que te tema del ego es importante. Cuando estoy en castidad, la presencia o el tamaño de mi pene es inmaterial, como cualquier otra cosa que le haga ponerse duro, ya que si me empiezo a empalmar es incómodo, lo cual me recuerda que estoy en castidad, y también me recuerda mi falta de control cuando estoy en castidad.
Sin el pensamiento de que se me vaya a empalmar como una motivación para mi propia satisfacción, la satisfacción DEL OTRO es lo más importante.
Ahora, volvamos al punto de partida, al hecho de ser nuevo en el rollo de la castidad, y al hecho de estar en una situación maravillosa durante un reducido periodo de tiempo; en realidad, yo había pasado por alto lo que sería una de una de las mejores experiencias de mi vida, debido a que estoy demasiado unido a mi ego como para decidir que la poligamia era inaceptable. Está en parte relacionado a las creencias que había tenido toda la vida según las que la poligamia era igual a la infidelidad, y a otras ideas que tenía yo en mi cabeza por el orden de haber nacido el primero o el segundo etc. Los segundos en nacer siempre viven con la experiencia de que sus logros en la infancia son eclipsados, en plan "y yo qué, cuando me toca a MÍ ser el ÚNICO objeto de atención"; este rollo es una idea muy difícil de quitarse de la cabeza.
Quizá es por el cambio reciente, o quizá es por la castidad, quizá por las dos cosas, pero ya no tengo la misma idea sobre la poligamia, y siento que me he quitado un enorme peso de encima al darme cuenta de que eran solo creencias que habían estado negando una oportunidad única en la vida, quizás mucho más que solo una experiencia.
Hay poder en la castidad, y estoy muy feliz de haberlo encontrado, pero la verdad es que estoy un poco asustando por el cambio tan grande que ha supuesto en quien soy como persona (los cambios siempre dan un poco de miedo). Aunque tengo ganas de ver aún más cambios. Casi se me para la respiración al pensar en todo lo que me espera. Gracias por leer este artículo.
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