ARTÍCULO DE NUESTROS USUARIOS: Fetichismo por las cosquillas
de
Noticias Recon
25 octubre 2019
Por JulianGQ
Recuerdo en mi más tierna infancia que me ''excitaba'' un montón cuando me hacían cosquillas, pero en ese momento no sabía aún que era gay, o lo que significaban las cosquillas desde un punto de vista erótico. Lo que sabía es que veía dibujos animados y películas en las que los hombres se hacían cosquillas unos a otros y a mí entraba una sensación extraña en el estómago y en la pelvis, ¡que a veces sientes cuando te montas en una montaña rusa! Creo que de alguna manera, ese tipo de atracción erótica hacia las cosquillas está en mis genes. Creo que solo un porcentaje reducido de hombres gay comparten este fetichismo. De hecho, creo que la palabra "fetichismo" no cubre realmente el arte y la ciencia de las cosquillas, y lo que significa participar en este mundo para la gente de esta comunidad. Hay ''sumisos de cosquillas", como yo mismo, a los que nos encanta que nos hagan cosquillas, y ''Amos de cosquillas'' que les gusta hacer cosquillas a alguien y a los que les excita mucho hacerlo, y después hay un número aún más pequeño de gente a los que les ponen las dos cosas. Tampoco tiene que ser algo solo para tíos gays, hay tíos heterosexuales y bisexuales a los que les pone también que les hagan cosquillas o hacerlas ellos mismos.
Lo que creo que quiero que entienda bien el lector de Recon sobre el bondage con cosquillas o sobre las cosquillas es que las dos partes involucradas deben participar activamente. Nos da una sensación y una necesidad de experimentarlo en nuestras vidas, o si no, nuestras vidas no son completas. En esto se incluye la vida sexual incluida, pero va más allá de lo que es relamente el mundo de las cosquillas, que es la forma más profunda que tiene el hombre de comunicarse. Ponerse cachondo y sentirse sexual es simplemente otra forma de tener una gran excitación.
Las cosquillas dirigen nuestra comunidad. Recuerdo que hace mucho tiempo (unos 20 años) conocí a un hombre por internet que vivía en Orlando mientras yo estaba en Melbourne, a unas dos horas. Cuando se enteró de que yo era sumiso de cosquillas me dijo que pasó de los seis o siete hombres con los que pensaba montárselo para conocerme y hacerme cosquillas, este rollo es así de fuerte.
De hecho, este rollo es tan fuerte que solo soy capaz de tener relaciones sexuales satisfactorias si me lo monto con alguien que también tenga mis mismos intereses. Puedes enseñárselo a alguien que no lo conozca, pero no es lo mismo que estar con alguien que ha sabido toda su vida que es algo que forma parte de su ser, que forma parte de él. Puedo tener un orgasmo sin cosquillas o sin ver uno de los miles de vídeos de cosquillas que hay (muchos de ellos con bondage incluido), pero no es lo mismo – los orgasmos que tengo al ver esos vídeos o en medio de una escena con cosquillas es mil veces más intensa.
Pregúntale a alguien que haya estado realmente involucrado en la comunidad de las cosquillas, y que sepa que esto le gusta desde que era pequeño, te dirán todos lo mismo: en las cosquillas lo importante es la comunicación, el feeling, la emoción y la INTIMIDAD. Es cierto que hacer cosquillas mientras estás inmovilizado puede ser algo malvado o semisádico, pero eso lo hace aún más divertido. No obstante, si hay algún Amo o algún sumiso de las cosquillas que te diga que para él lo fundamental no es la comunicación, entonces no está diciendo la verdad o simplemente no es consciente de lo que realmente le pone cachondo.
Sin embago, al final hay una parte muy triste en este tipo de vida, que es el porcentaje tan reducido de hombres que tiene un interés intrínseco en el rollo de las cosquillas. Eso quiere decir que es difícil encontrar a gente para experimentar lo que más nos gusta y que tenemos que desplazarnos – a veces miles de kilómetros. Voy a una fiesta de cosquillas en Las Vegas – a más de 2000 millas de Florida – solo para participar en un evento con hombres a los que les gusta hacer o que les hagan cosquillas, porque casi nunca podemos encontrar a nadie en nuestras comunidades locales. Encontrar a una pareja a la que le guste lo mismo es casi imposible, aunque estos eventos nos ayudan a conocernos y a descubrir más cosas sobre los hombres que tienen este interés.
Espero haber podido transmitir el mensaje de un sub-fetichismo único y muy pequeño, que es más bien un estilo de vida y una forma de sentir en relación con lo que es la vida, las emociones, lo físico, la sexualidad y la excitación. Algo que atraviesa todas las fronteras de la orientación masculina, desde los hombres gay hasta los bisexuales pasando por los heterosexuales.
Si quieres compartir tu viaje fetichista personal en un artículo de Recon, envía tus ideas o un borrador a: social@recon.com
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