ARTÍCULOS DE NUESTROS USUARIOS: Me bloquearon en Kinkstagram

ARTÍCULOS DE NUESTROS USUARIOS: Me bloquearon en Kinkstagram

de Noticias Recon

19 agosto 2019

Por Feetmates

Bueno, pues, me llamo Louis (alias Feetmates). Tengo 28 años, soy de Leeds y soy un tío normal, joven, morboso, me pone el BDSM, el bondage, los pies, las cosquillas y el cuero, esos son mis fetichismos principales. Durante los últimos 18 meses he empezado a explorar públicamente mis fetichismos. Mi novio - llevamos 6 años – y yo hablamos de que no pasaba nada si conocía y jugaba con otros tíos como yo de la comunidad fetichista, ya que a él este rollo no le pone.

Antes de hacerme un perfil en Recon, empecé a descubrir el mundo fetichista a través de Instagram (o "Kinkstagram", el nombre que le he puesto yo). Di por casualidad con este tesoro lleno de contenido gay fetichista una vez que estaba cachondo y me puse a buscar #GayBondage. No me imaginaba que los fetichistas de Gran Bretaña y del resto del mundo estuviesen subiendo fotos de sus actividades fetichistas de forma regular, para compartirlas con una comunidad activa en Instagram. Me puse a flipar y creé un nuevo perfil fetichista con una cuenta diferente de la mía personal, para explorar de forma segura todo este contenido alucinante.

Me he enamorado de Kinkstagram, al ver los contenidos tan impresionantes de chicos reales. Mi pasión por el bondage, los pies y las cosquillas eran populares; sentí que realmente había encontrado la comunidad a la que pertenezco. Me permitió hacer nuevos amigos, y conseguí más de 4.000 followers para mi perfil. Publiqué un montón de fotos y vídeos de mis encuentros fetichistas, me dieron likes, me dejaron comentarios, mensajes de tíos como yo de todo el mundo. Fue super fácil y a veces se convirtió en una adicción. Me sentí bien acogido y vi que entendían mis intereses fetichistas, fue una sensación completamente nueva, está claro, ya que nunca puedo hablar de mis intereses fetichistas en la vida cotidiana.

Sin embargo, como te habrás podido dar cuenta, esta descripción de lo bien que me lo pasé usando Instagram está escrita en tiempo pasado. Si rebobinas hacia adelante 12 meses después de mi descubrimiento de kinkstagram hasta este diciembre pasado, verás que bloquearon mi cuenta. Perdí todo en una mañana, en un segundo, sin avisos sobre contenido atrevido o nada para informarme del crimen que había cometido; ¡¡el crimen de ser demasiado morboso!!

Conozco perfectamente las normas de uso de la comunidad de Instagram, que están en vigor para asegurar una buena experiencia que sea apropiada para todo el mundo que use la app, sin embargo, hay una falta de consistencia cuando la policía de Instagram decide si el contenido es aceptable o no dentro del espectro morboso. Cuando mi cuenta principal, @feetmates, fue borrada de golpe, me permitieron apelar contra esa decisión. Decidí leer cuidadosamente todas las normas para ver si había violado alguna y para mi sorpresa, técnicamente no había incumplido ninguna. Las normas mencionaban desnudos y traseros al aire – todos los tíos a los que he atado llevaban por lo menos ropa interior, o sea, nada en plan escándalo. Tampoco incumplí las reglas sobre usar lenguaje que incite al odio o comportamiento amenazador. Básicamente mi perfil tenía tíos atados, en plan bondage, haciéndoles cosquillas, a veces dándoles latigazos, sirviéndome a mí y a mis pies. Obviamente, todos habían dado su consentimiento para hacer todo esto entre adultos fetichistas, y está claro que no había nada en plan extremo o peligroso. Soy un tío morboso al que le gusta pasárselo bien, al que le interesa hacer amigos, sin embargo, mis posts fueron considerados inaceptables.

¡¡Una semana después de enviar mi apelación, ¡¡me desbloquearon la cuenta!! Me puse muy contento; aceptaron mis razones y parece que se dieron cuenta de lo importante que era la comunidad para mí. Sin embargo, para mi sorpresa, dos días después mi cuenta fue completamente bloqueada otra vez. Creé un perfil nuevo para empezar de nuevo, y acepté que mi cuenta principal había desaparecido para siempre. El número de seguidores de la nueva cuenta fue creciendo de forma lenta pero segura y mis amigos de la comunidad me ayudaron informándose los unos a los otros de que no me había ido, ¡sino que Instagram había borrado mi cuenta! Es una sensación desagradable cuando te cierran de un portazo en las narices la entrada del Instagram fetichista, cuando te niegan el acceso sin darte las razones ni las explicaciones por las que han tomado esa decisión, sin advertencias ni avisos, solo una prohibición instantánea que impide el acceso a todo lo que tenías. @Feetmates_, mi nueva cuenta, duró unas seis semanas hasta que me eliminaron de la misma forma. Esta vez fue tan rápido, que es casi como si estuviesen buscando a conciencia mi interés por el rollo bondage, los pies y las cosquillas. Me quedé descorazonado, me habían eliminado otra vez y me hicieron sentir como si tuviese que avergonzarme de mis intereses.

Pensé que me iría mejor si usaba otra plataforma, por lo que creé un perfil en OnlyFans para centralizar todo mi contenido, y decidí que dedicaría mi cuenta de insta para darle publicidad y así todo iría bien. Creé @Feetmates_OnlyFans e incluí solo selfies de mí mismo con víctimas de sesiones de tortura de cosquillas, junto con fotos de sus pies desnudos. Ningún desnudo, nada de cosquillas, solo frases para decirles a mis seguidores dónde encontrar todo ese contenido, ya que no estaba permitido en Instagram. Esta cuenta me duró 5 días. Me molestó y me enfadé, quería saber qué es lo que estaba pasando, por qué se estaban cebando conmigo todo el tiempo y eliminándome. Creé "@FeetmatesV4" y subí las mismas fotos. ¡¡Bloquearon esta cuenta en 24 horas!!

Parecía mentira, me hartaron y me dejo de gustar una plataforma que me encantaba usar antes. La cantidad de intereses morbosos que hay en Instagram es enorme pero ni de lejos mi perfil era el más extremo en comparación con otros. De todas formas, estoy seguro de que no soy el único al que le han bloqueado la cuenta. Le ha pasado a tanta gente y sigue siendo un proceso confuso u frustrante para los chicos a los que de verdad les gusta compartir su pasión en el mundo del morbo y quieren hacer nuevos amigos y conexiones. ¿Es justo que Instagram considere que el contenido de una cuenta fetichista es aceptable y otro no? ¿Con el fin de hacerles sentir a algunos usuarios vergüenza por expresar lo que piensan y compartir sus intereses con el resto del mundo? Está claro que el fetichismo no es algo que le guste a todo el mundo, pero cuando se hace de manera segura, con gusto y respeto, ¿se le debería negar a la gente la libertad de expresar esa parte de su personalidad?

Sentí que me estaban quitando el derecho a expresar mis hobbies morbosos mientras que a muchos otros se les permitía seguir haciéndolo, por eso acabé creando el perfil @Leathermates para ver si mi pasión por el cuero también era ofensiva. En el momento de escribir este artículo, aun no me la han borrado, e incluso algo aún más extraño, me han vuelto a desbloquear la cuenta @FeetmatesV4 de repente hace unos días. Ni idea de por qué, ni explicaciones ni disculpas por parte de Instagram, solo un mail diciéndome que debía resetear la contraseña. No tengo muchas esperanzas de que esta cuenta sobreviva mucho tiempo, sin duda, la volverán a borrar cuando la policía de Instagram decida cambiar de idea otra vez sobre lo que es aceptable. Es una pena que los usuarios tengan que tener este miedo en Instagram de si van a eliminarles y a bloquear su cuenta en cualquier momento, sin ninguna advertencia, cuando lo único que queremos hacer es usar una plataforma para conectar con otras personas que tengan intereses similares. Personalmente no pienso que las actividades morbosas deban ser prohibidas en la plataforma, siempre que los usuarios respeten las reglas de la comunidad, con la simple intención de compartir su pasión. Menos mal que tenemos Recon, que nunca nos va a dejar tirados ;)

Si quieres compartir tus experiencias en el mundo fetichista, envíanos tus ideas o el borrador de un artículo a: social@recon.comM

Compartir