ARTÍCULOS DE NUESTROS USUARIOS: Mantener vivas las tradiciones de cuero

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de Noticias Recon

29 mayo 2018

Por OrlandoDungeon, usuario de Recon

Sucedió en una fría noche invierno en Nueva York en 1972, estaba en la esquina de Christopher Street y el West Side Highway, intentando reunir el valor para entrar por primera vez en un bar de cuero – tenía 17 años y ya tenía el pelo y la barba blanca. Es decir, para todos los que estén haciendo sus cálculos, tengo 60 años. Soy un hombre de cuero activo, conocedor de las tradiciones de la Vieja Guardia. Esa noche de 1972 cambió mi vida.

Cuando finalmente tuve el coraje de entrar en ese bar me quedé maravillado por la energía que llenaba el espacio. Maravillado por la cantidad de hombres masculinos y fuertes que había. Esa noche empecé a hablar con un hombre que se convirtió en mi mentor, maestro y amigo. Esa conversación duró más de ocho años. Gracias a sus enseñanzas aprendí a coger un látigo, a coger una pala para fustigar, a atar a un sumiso con cuero o con cadenas y a cómo leer sus reacciones – sus ojos, su cuerpo, su respiración. Aprendí de él el valor de los protocolos y el respeto por nuestras tradiciones de hombres de cuero. Y lo más importante es que durante esos ocho años aprendí a ser una persona íntegra, gracias a cómo me entrenó y a su ejemplo – una vez que esa lección se convirtió en mi propio ser, supe que me podía considerar un verdadero hombre de cuero.

Durante esos años me gané a pulso todas las prendas de cuero que me regalaron mientras me iba integrando cada vez más en la comunidad de cuero que estábamos construyendo. Primero llegaron mis botas, para comenzar el deseo de caminar por una senda de cuero. Después, mis pantalones y mi cinturón de cuero, para dejarle claro a todo el mundo que estaba preparado para vivir una vida rodeado de cuero. Después mi chaleco, cuando la comunidad me conoció como el maestro y mentor en el que me convertí por derecho propio. Y en el último año de mi formación, mi Mentor y amigo me dio el nombre de Master Stephen. Falleció poco después, dejándome su casa, sus sumisos y el deber de mantener viva la tradición que tanto valoramos.

Ahora, unos 46 años después, puede que siga teniendo el mismo pelo blanco y la misma barba blanca, pero ya no soy joven (TAMPOCO SOY VIEJO). La edad con frecuencia toma un significado desvirtuado en el mundo gay, y aunque entiendo que todos tenemos un "TIPO" (nunca le he dicho que no a un sumiso musculoso y potente en toda mi vida), la razón por la que escribo todo esto es que con la edad, también llega la historia, la sabiduría , las tradiciones y la oportunidad de aprender sobre tus orígenes como los hombres de cuero que somos.

Actualmente tengo una mazmorra aquí en Orlando (Florida). Soy el Amo de la casa y el club respeta las tradiciones de la vieja guardia de cuero. Antes de abrir la mazmorra, estaba empezando a pasar de la vida de cuero y de los Amos que tienen 20 años y que se han convertido en Amos de forma instantánea – la mayoría de ellos han recopilado sus experiencias en mazmorras a través de internet. Estaba hasta pasando de mi historia y de las tradiciones que son tan importantes para mí. Es como si me hubiese estado desconectando de la vida e incluso de las interacciones con mi propio sumiso.

Durante una visita a Fort Lauderdale me fui de compras a una tienda fetichista de cuero – en la que vi a dos hombres jóvenes vistiéndose de pies a cabeza de cuero nuevo, les iban a dar un bien viaje a sus tarjetas de crédito. Y les oí decir que esa noche iban a ir a RAMROD, a la fiesta PIG DANCE. Por eso, para no ir exactamente iguales, los chicos se estaban vistiendo de colores diferentes. El primer chico eligió todo lo que se probó de color ROJO. El segundo lo eligió todo de color AMARILLO para que fuese con su pelo rubio. Después de escucharles y verles un rato, me picó la curiosidad de saber por qué habían elegido esos looks. Fui a hablar con ellos, y me miraron como los jóvenes miran a los que son mayores que ellos, hasta que eres lo suficiente mayor como para dejar de hacerlo. Sin inmutarme, les pregunté que qué era lo que sabían sobre la fiesta Pig Dance o sobre el mundo del cuero y su respuesta fue "Qué es lo que hay que saber, el cuero nos sienta bien". Cuando le pregunté al que iba de rojo si le gustaba que le hiciesen fisting y al rubio si le gustaban los meos, los dos chicos se quedaron helados. Después de tener una conversación con ellos sobre cómo "señalar las cosas" les ayudé a los dos chicos a redefinir sus looks – y me dejaron de mirar como me estaban mirando al principio – para adecuarlos a su primera visita a un bar de cuero. Me los encontré en el bar esa noche y me invitaron a una copa. Hablamos del mundo del cuero y de mi vida como Amo de Cuero y su deseo de aprender sin que les hicieran daño. La diferencia de edad fue desapareciendo de esa forma.

En esa simple situación me di cuenta de que yo soy el único que es capaz de transmitir mi historia y mi conocimiento. Mi forma de hacerlo no es la única que existe, pero incluye las tradiciones y los protocolos que están integrados como parte fundamental de nuestras vidas en la comunidad de cuero. He vuelto a la comunidad, he abierto mi Mazmorra y estoy enseñando, estoy organizando eventos de protocolo de cuero, formando a los hombres (y mujeres) de cuero del futuro. Al escribir esto tengo dos esperanzas, la primera es que mis hermanos y hermanas de la comunidad de cuero que tienen una cierta edad y mucho historia que contar, se decidan a compartir y mostrar nuestra historia para que se fusione y de esa manera forme parte del futuro. Y además, para aquellos de vosotros que contéis con el don de la juventud y el entusiasmo, descubrid el valor que tienen los más mayores en vuestra comunidad. No marginéis a nadie por su edad. Seguramente, con mis 40 años de experiencia voy a poder hacer algo con tu mente y con tu cuerpo que alguien de tu misma edad no podrá. También te puedo enseñar muchas cosas sobre la historia de la forma en que has elegido llevar tu vida, porque yo ya lo he experimentado antes.

Un secreto, que es bien conocido para aquellos de nosotros que tenemos la suerte de haberlo vivido y para aquellos que lo han descubierto también a través de nosotros, es que las enseñanzas que te hacen un buen, no, un gran hombre de cuero, también te hacen un gran hombre en la vida. Esa INTEGRIDAD de la que hablaba antes no es algo que te pones y te quitas – es la marca de un verdadero hombre de cuero. Tengo 64 años y aún soy un hombre de cuero activo y orgulloso

Master Stephen

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