ARTÍCULO DE USUARIO: Mi relación con las emociones y el dolor
de
Noticias Recon
25 octubre 2023
Por lilguy9
Creo que tengo un nuevo novio, o por lo menos, alguien que está interesado en mí. Si lees mi última publicación, puede que no sea lo que se espera de mí. Hasta yo mismo estoy un poco sorprendido.
Hacía un tiempo que llevaba queriendo ir a CumUnion, en San Francisco. Pero durante la cena de la noche en la que el evento iba a celebrarse, me di cuenta de que no quería ir. Y la verdad es me costó un rato entenderlo.
Desde hacía varias semanas llevaba recordando con afecto mi última visita a Blow Buddies, en San Francisco – antes de la pandemia -. Tenía la siguiente rutina: pasaba la primera hora más o menos en los gloryholes mientras me chupaban el rabo, después me daba una vuelta por el club, ofreciendo mis orificios a todos los que quisiesen utilizarlos. La última vez un tío vio que estaba ofreciéndome y aprovechó la oportunidad. Estuvimos follando un rato; llamó a un par de tíos para que se uniesen a nosotros, follamos, después nos fuimos y me lo volvi a encontrar después y me folló otra vez. ¡Llevo buscando una experiencia similar desde entonces! Pero en ese preciso instante, en la cena, decidí que no quería ir.
Al ir dirigiéndose mis intereses cada vez más hacia el morbo y el BDSM, ha ido disminuyendo mi deseo de experimentar cuánto más sexo en plan fuerte, mejor. A veces he tenido mis momentos, pero la falta de ganas de ir no tenía nada que ver con eso. En general, soy capaz de separar mi expresión sexual de las emociones del resto de mi vida y de mis relaciones. Pero me he enfrentado a un desafío real en relación a mi exploración y a mi experiencia en el morbo y el BDSM, y me he dado cuenta de que no me interesaba ir porque echaría en falta algo. Me lo pasaría bien, pero no habría sido lo que yo quería.
Decidí volver al hotel, colocarme y ver a dónde me llevaban mis pensamientos.
Mi vida sexual no está completamente segregada, ni ha sido 100% anónima. He tenido follamigos con los que lo me montado durante años, y con algunos de ellos las líneas de demarcación se han difuminado. Todo eso me hizo pensar en esos follamigos, las diferencias entre las experiencias con uno o con otro, la sumisión y cómo la vivo, y las posibilidades que me ofrece.
Cuando les he preguntado a esos follamigos si pensaban si yo era un cerdo obsesionado con el dolor, me dijeron que pensaban que yo disfrutaba del dolor más cuando era parte del servicio de una relación. Entonces no lo entendí. Pensé, ''si me gusta el dolor, ¿qué tiene que ver con eso la relación que tengo con el que me infringe el dolor? Las sensaciones son las sensaciones.
Dentro el contexto del BDSM, hay algunos follamigos con los que he sentido que me he sometido de forma real – mi cabeza está centrada, y siento que estoy en un estado mental de sumisión. Con otros, simplemente siento que me están haciendo cosas morbosas. Pero hay una diferencia cuando siento un vínculo emocional.
El primer ejemplo es con un tío que me follaba a saco. La intensidad era tan grande que casi me dolían los órganos internos. Al principio a veces le decía que no cuando me preguntaba si quería que nos lo montásemos porque no era capaz de aguantarlo. Sin embargo, nuestra conexión tenía algo que seguía atrayéndome hacia él, además del deseo y el miedo simultáneos de mi sumisión hacia él.
El segundo ejemplo incluye una porra de policía – un golpe tras otro en la misma parte de mi muslo, y el ''botón'' que apareció estaba muy rojo (después se volvió morado), se hizo un bulto y me dolió mogollón durante varios días. De todas las cosas que había probado hasta ese momento, eso era lo más fuerte. Y, sin embargo, habría dado mi consentimiento para que siguiese golpeándome si me lo hubiese preguntado.
Con el paso del tiempo entiendo la conexión emocional con esos follamigos y me doy cuenta del nivel de confianza que puse en ellos. Me he refugiado en esas relaciones, y me siento afortunado por haberlo podido hacer. Soy consciente de que esas conexiones les dan fuerza a mis deseos. Y justo eso es lo que me lleva otra vez a pensar en esa persona a la que le intereso.
Nos conocimos después de que me uniese a su servidor de Discord, por recomendación de un amigo. Hablamos a veces en el servidor sobre muchas cosas e interactuamos físicamente por primera en un taller de cuerda y una demo que realizó, y a la que yo decidí asistir. En la demo me sacaron del público sin que yo lo esperase, me usaron un rato como el sumiso para la demo, y después durante el taller, me ataron el pecho y los brazos, y literalmente me tiraron por la sala el resto de la noche. Empecé a sentir la llamada de la sumisión cuando empezaron a atarme con la cuerda y recordé el momento que decidí que iba a confiar en ellos y a dejarme llevar.
Al final resultó que esos tíos tenían razón en cuanto a la parte de la relación. Disfruto más del dolor cuando forma parte del servicio de una relación en la que hay un intercambio que va más allá de la sensación física. Mis intereses son variados: bondage, juegos de impacto, CBT, control de respiración, piercing (agujas) y la hipnosis erótica. Pero la sumisión en el contexto de una relación significa mucho más. No se trata solo de encontrar tus límites. Se trata de desarrollar y compartir un lenguaje y una historia, y se trata también de traspasar tus límites para darle más placer al otro. La sumisión tiene una profundidad que estoy empezando a descubrir ahora.
Una de las cosas que me han dejado bien claras al irnos conociendo mejor, es que para que lo que teníamos funcionase bien tenía que haber un componente social – un compromiso con los miembros de su familia. Aunque esté abierto a la idea, choca con algunas verdades sobre cómo, cuándo y el grado hasta el que normalmente me quiero asociar con otra persona. He estado leyendo algunos artículos sobre la teoría del apego, y he empezado a entender un poco sobre la dinámica empuje/tirón con la que opero a nivel interpersonal, y cómo cuando me importa de verdad, me quedo congelado.
Y aunque no pasa desapercibido el hecho de que hayan cambiado sus expectativas en lo que a mí respecta, (en el contexto de esta relación) la idea principal es que para poder continuar creciendo en esta experiencia y expresión de quién soy, tengo que tomar un enfoque más holístico.
Por cierto…esa noche en la que aborté mi salida a CumUnion, me lié con un follamigo con el que llevo montándomelo desde hace más de 15 años. Supongo que las conexiones siempre han significado para mí algo más de lo que he querido reconocer.
Si quieres compartir tu pasión por un fetichismo o un morbo en un artículo de usuario, envíanos tus ideas o un primer borrador a: social@recon.com
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