ARTÍCULO DE USUARIO: Cómo buscar y encontrar la dominación cuando mides 1,90m
de
Noticias Recon
09 noviembre 2021
Por FistBearBerlin
¡Soy SUMISO!
La mayoría de las citas que tengo a través de Recon, o en otras apps, son para follar. Quedas. Te lo pasas bien. Ni más ni menos. Perfecto. A veces quedar con alguien un par de veces está bien, y es mejor para determinadas prácticas. A veces en casa, a veces en un club de sexo. No busco la sesión más avanzada del mundo en plan master/esclavo, lo que busco es sexo entre iguales con los roles bien claros activo/pasivo. O…. Bueno, a veces versátil.
Buscar y encontrar la dominación.
Cuando mides 1,90m y pesas más de 120 kilos (sin cuerpo de gym), para mí es difícil, como pasivo, encontrar un tío con el que montármelo que realmente pueda llevar el rollo dominante con credibilidad. Debido a mis dimensiones, cuando tengo a un tío delante de mí que mide 1,70m y pesa 65kg, me cuesta imaginar cómo me va a dominar. Tengo una especie de bloqueo mental en lo que se refiere a darle el control a otro. Esto quiere decir que me convierto en pasivo dominante, ante el que la mayoría de los activos no sabe cómo reaccionar. Y la verdad es que, quiero que mi activo haga lo que quiera sin tener que darme los detalles. Entregar el control a otro es difícil. ¿Me resulta difícil solo a mi?
Tener que "aceptar" la dominación que alguien pueda ejercer sobre mí es algo muy difícil en mi vida cotidiana. Tengo un carácter dominante y en el trabajo tengo unos objetivos muy claros y trabajo para conseguirlos. Mi jefe me deja hacer lo que quiero (que es lo más fácil para mí) siempre que los resultados sean buenos. Mis compañeros saben cómo ''llevarme'', y los más listos han aprendido a ''manipularme'' para que haga lo que ellos quieran, sin enfadarme y sin crear conflictos en el trabajo (porque me doy cuenta de su manipulación), y de alguna forma, creo que es genial cómo han sabido encontrar esa forma de hacer las cosas.
La dominación forzada no funciona conmigo. Ni conmigo ni cuando veo que eso es lo que les están haciendo a los demás. A veces me divierte ver el texto de la descripción del perfil de alguien y leo que quieren ser ''esclavos sexuales'' y se ofrecen como "víctimas" para una serie de juegos sexuales indicados en una lista. ¿Dónde esta ahí el ser una víctima? El tío describe exactamente lo que ''él'' quiere que su "master" le haga. ¡Si es como un autoservicio! ¿O se me escapa algo?
Sumisión voluntaria.
La dominación que alguien ejerce sobre mí es un regalo que le hago a esa persona. Te otorgo "a ti" el derecho de dominarme. A su vez, espero que no te aproveches y que no abuses de este derecho. Las pocas situaciones en las que he dominado sexualmente o incluso penetrado a otro tío, siempre ha habido sumisión voluntaria. Me encanta preguntarle al otro tío si realmente quiere esa dominación, y me encanta decirles, "mírame a los ojos y dime que esto es lo que quieres". La mezcla de deseo y miedo al decir, "sí, eso es lo que quiero que hagas" es indescriptible. He tenido experiencias en las que chcios y hombres han sobrepasado sus límites, y han quedado satisfechos al ver que yo me lo estaba pasando bien explorando sus límites. Viendo hasta donde eran capaces de llegar, y a veces superando los límites que habían expuesto antes de empezar, con un poco de persuasión.
La primera vez.
Hace unos cuantos meses, tuve mi primera (según yo) experiencia real como ''sumiso''. Estaba claro que el activo me iba a follar. Acordamos los límites. Pero lo que me sorprendió entonces, y hasta el día de hoy, fue que aunque el tío no se llegó a comportar como un Master, yo me convertí en sumiso. El tío era solo activo, 15-20 cm más bajo que yo, pesaba la mitad que yo, cuerpo un poco definido (que me encanta) – pero no muy musculoso. Físicamente no era dominante. Pero no fue una una sumisión forzada lo que me hizo tragarme hasta la última gota de su meo (que no era exactamente en plan casi transparente). Al principio no quería hacerlo. Pero fue la expresión que vi en su cara cuando le iba a pedir que por favor parase. Tenía una mezcla de "todo va a ir bien", "cerdako" y "si no tragas no voy a estar contento". Quería satisfacerle cada vez que me dio de beber esa noche, y eso es lo que sentí una y otra vez – sin importarme lo asqueroso que sabía. Le ''permití'' hacerme cosas que normalmente no suceden nunca la primera vez que conozco a alguien. Pero entrar en ese espacio mental me resultó fácil con ese tío. Simplemente ocurrió de repente. Y el resto de la sesión fue también en ese plan.
Pero pusimos unos limites determinados. Especialmente en lo que se refiere al fisting. Incluso hasta después de más de 20 años de experiencia, en mi opinión, la confianza es el elemento más importante. Y puedo confiar en alguien hasta cierto punto. Cuantas más veces quedo con alguien, hay más confianza. La confianza es algo que se da.
Fuimos cambiando de la cama al sling, vuelta a la cama, vuelva al sling, y continuamos verificando que todo iba bien "¿Qué te gusta?", "¿Están bien?". Si estás pensando que parece que estaba todo escrito en una especie de guion, pues no es así. Eran sugerencias, posibilidades. Y a menudo esto llevaba a experimentar algo nuevo cada vez que quedamos. Hizo realidad mis deseos, al igual que yo intenté hacer todo lo que él quiso que hiciese. Cada vez todo era más extremo, según mis estándares. Me llevó hasta el límite, pero nunca lo sobrepasó. La confianza y la seguridad con la que hacía lo que hacía, cómo interpretó mis reacciones verbales y no verbales, la forma en que comprendió mis reacciones físicas – incluso solo sus acciones me hicieron sentir que podían confiar en él, y eso era algo que hacía mucho tiempo que no había sentido en un contexto sexual.
Nada cambió en mi sumisión voluntaria las siguientes veces que quedamos. Sobre todo, me interesaba cada vez darle más placer (como si ver que la tenía siempre dura no fuese una señal clara de que le estaba gustando lo que veía, lo que hacía y lo que le hacían). Todo lo que me hacía me gustaba. Si algo no me gustaba, su expresión facial de estar cachondo, de reconocimiento de mi sumisión o de admiración lo compensaba.
En otras palabras, un activo me ha hecho el servicio de darme justo lo que buscaba.
Recíprocamente, los dos nos esforzamos por darle placer la otro.
En realidad, se trató solo de sexo con confianza, y con ganas.
En cuanto surge la posibilidad, hago todo lo posible por verle otra vez. Para intentar darle placer otra vez.
¡Otra vez!
¿Por qué quiero escribir un artículo sobre esto ahora? Me ha pasado otra vez, hace poco. No exactamente lo mismo, pero fue algo parecido. Ese tío fue muy diferente al primero. Tenía una altura y un peso similares a los míos, y un vello corporal en plan oso similar al mío. No formaba parte de mi mercado tradicional de hombres. Pero las fotos, los mensajes y los vídeos hicieron que la conversación subiese mucho de tono. Ya en ese momento me puso mucho. Pero… A diferencia de la primera vez, la preferencia esta vez fue la ''versatilidad''. Y pasase lo que pasase, querían fistear a ese tío tanto como quería que me fistease él a mí. Fue una locura. Sus manos NO eran a lo que yo estoy acostumbrado. Eran más grandes y me costó que me las metiese. Pero el contacto visual al principio – las ganas en sus ojos, me hicieron pensar…tienes que dejarle que te penetre. Tienes ganas de esto. No solo por mí mismo, sino también para proporcionarme esa experiencia. A pesar del tamaño, se las arregló para hacer las cosas de tal manera que si cualquier cosa hubiese sido diferente, le habría pedido que parase, me encantaron sus expresiones faciales, que fueron desde el plan inquisitorial, a la sorpresa y la satisfacción, mientras me decía que ''tenía que'' aguantar porque le hacía sentirse muy bien todo aquello. Me gustó que reaccionase a mi lenguaje corporal – no siempre cómo yo esperaba que lo hiciese, pero también hizo descansos. No indicaban ''el final del combate'', sino que era más bien para que yo pudiese respirar antes de que me las sacara, y una conexión tan profunda e íntima debe ser pausada, con calma. Pero el ser insaciable que habita en mí decía ''sigue''. Cuando me puse yo a fistearle, le di lo suyo, lo que estaba deseando. Fue casi como un espejo de lo que acababa de suceder antes conmigo. Contacto visual. Dar y tomar. "¿De verdad quieres que pare? Lo quieres, ¿no?" – "¡JODER SÍ!" Contacto visual. ¡Más! ¡Más dentro! ¡Más profundo! ¡Más fuerte! Pobres vecinos.
Los dos sentimos las endorfinas a saco cuando me metió el puño sin parar, o cuando le metí los dos puños yo a él. Este es el segundo tío con el que he tenido una conexión tan fuerte. Fuimos mucho más lejos de lo que había pensado. Mucho más rápido de lo que había pensado. Sin perder la confianza. Con deseo y ganas ya de organizar la siguiente sesión. Da igual si es en plan solo pasivo o versátil, es irrelevante.
"La dominación no hace ruido. Simplemente esta ahí y funciona."
En mi caso, solo es posible ser sumiso de forma ''voluntaria''. La sumisión forzada me resulta aburrida. Conseguir algo obligando a alguien (por no mencionar la violencia) con poder o coerción, me parece una cutrada. Es mucho más poderoso cuando una mirada es suficiente para hacer que quiera portarme bien con el activo. Después de todo, LO QUIERO. Por él. Por mí. Eso es la sumisión para mí. Eso es lo sumiso que puedo llegar a ser yo. Si no hago algo, que se percibe como querer desobedecer o no querer ser ''castigado'', eso quiere decir que o no estoy preparado o está fuera de los límites que me he marcado. Quizás en algún momento puedes conseguir que lo haga. Pero tú (mi activo) tienes que invertir en ''nosotros". Tiempo y paciencia. Habla conmigo. Hablar de las preferencias personales no quiere decir que escribamos un guion o una lista de la compra. A menudo significa que se muestra a la otra persona lo que te gusta. Puede ayudar a prevenir los bloqueos mentales.
¡Más profundo! ¡Más rápido! ¡Más! Es genial. Pero si no suceden las cosas así – no pasa nada, venga. El sexo debería ser divertido para todas las partes que participen. No siempre tengo por que ser sumiso para pasármelo bien con alguien. Y el sexo no tiene por qué ser siempre salvaje para pasártelo bien. A veces una noche en plan ''Netflix y mantita'' con una buena sesión de sexo convencional puede ser perfecto.
Mi rollo sumiso
sumiso cuando te dan. Activo cuando das tú. Respeto y sensibilidad siempre.
Cuando no consigo entrar en ese rol con un tío, no tiene nada que ver con ese tío, con sus habilidades y su masculinidad. Se trata de mi propio espacio mental. Ser sumiso, o mejor aún ''querer'' ser sumiso es una parte pequeña de la sesión. No siempre se planea. Simplemente sucede de forma natural. Y es genial cuando sucede.
Así que… creo que ''a veces'' soy sumiso después de todo.
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