ARTÍCULO DE USUARIO: BigButtGeek – El Arte del Fist
de
Noticias Recon
22 noviembre 2019
Por FFBIGBUTTGEEK (alias BigButtGeek)
Escribir sobre mí mismo no ha sido nunca algo natural para mí. Venderte a ti mismo o convencerle a alguien de que te debería contratar siempre me ha producido un escalofrío desagradable en el estómago. Pero así es el mundo en el que vivimos; siempre te tienes que vender a ti mismo. Ya sea al postularte para un trabajo, en Instagram, en Twitter, en LinkedIn, en tu perfil de Grindr, en Recon…Siempre se espera que seamos nuestra mejor versión de nosotros mismos. La versión más lograda, con más éxito, más creativa, con más talento, más sexy de nosotros mismos. Es extenuante.
Tengo una formación en dibujo y pintura. En el colegio, siempre era uno de los mejores en plástica y recibía bastantes elogios y atenciones gracias a ello. Para un chico gay gordo y lleno de acné era muy importante. El siguiente paso lógico a los 18 era empezar a estudiar arte en la uni. Hice el grado de Arte y Diseño y luego seguí estudiando Teatro y Artes Visuales en Brighton. No cambiaría esa experiencia por nada del mundo. Conocí a mucha gente maja y creativa, y tuve la oportunidad de crear obras y ser parte de proyectos maravillosos y extraños. Aunque me encantó la experiencia en general, pasé por lo que tanta gente pasa al estudiar arte; me intimidaban cada vez más los otros artistas que estaban a mi alrededor. Todas las decisiones creativas tenían que estar justificadas, explicadas, referenciadas. ¿Qué quiero expresar como artista? ¿Cuál es el medio escogido? ¿Cómo vas TÚ a cambiar la forma en la que vemos el mundo? A los 22 no tenía ni idea.
Dejé de dibujar, de pintar y de actuar después de graduarme. Una página en blanco me daba miedo. No era lo suficientemente bueno como para inmortalizar algo en un papel. No tenía nada que decir. Por eso, me convertí en un veinteañero que trabaja en tiendas de moda, y se me daba bien. Tenía un talento natural para el visual merchandising, por lo que conseguí encontrar algo creativo en cualquier tienda en la que trabajaba. Como muchos de nosotros, fue durante esos años cuando empecé a explorar mi sexualidad realmente.
La mejor forma de describirme durante mucho tiempo fue ''el tío al que le gustan las pollas grandes''. Pasaba del aspecto, del tipo de cuerpo y hasta de la personalidad del tío….si tenía un buen paquete, ¡me interesaba! Que a alguien le gusten las pollas grandes no es nada nuevo, pero me preguntaba qué era lo que me excitaba tanto. En ese momento, no habría podido explicártelo. Desafortunadamente hay un límite con respecto al tamaño que puede tener una polla, por lo que mis búsquedas en internet pasaron a ''penetración extrema''. Se desplegó ante mí un mundo de juguetes enormes, fisting, penetración hasta el codo, doble penetración y ojetes abiertos. Empecé a ver cómo me llenaban los sentimientos de sorpresa, horror, asco y sobre todo intriga.
En 2016 quede con un tío de Grindr. Guapo, un poco más mayor que yo, polla gorda. Aún me habría clasificado a mí mismo como ''convencional'' en cuanto al sexo en esa época. Cuando estaba llegando a mi casa le pregunté que qué quería hacer. Me respondió "Que me metas los dos puños" …Me lo tomé a broma. Llegó a mi casa, después de hablar del tiempo y eso, se sentó en mi cama y empezó a sacar cosas de la mochila. Guantes, lubricante, varios juguetes. Supongo que soy una persona muy educada por naturaleza porque no le paré y le pregunté que qué estaba haciendo. No le quería ofender ni hacerle sentir incómodo. Puse una toalla, me puse los guantes, le eché el lubricante, se abrió de piernas y me lancé. Había sido pasivo toda mi vida y nunca había experimentado lo que era satisfacer sexualmente a alguien. Está claro a los tíos les gustaba mi culo (que ahora es bastante grande) pero nadie había acabado en éxtasis después de penetrarme…creo. Este tío se puso a jadear, a gritar, a pedirme más, más fuerte, más dentro. Estaba claro que una mano no iba a ser suficiente, o sea que le metí las dos. Le estaba proporcionando un sentimiento de satisfacción sexual absoluta. Y me encantaba la idea. Me sentí poderoso, sexy, sentí que sabía cómo hacerlo y sentí que había compartido algo íntimo con ese tío. 10 años quedando con tíos por internet para follar y nunca había tenido esta sensación. En esa época, tenía un armario con espejos y me miré para ver toda la escena. El hecho de verme fue hermoso y ridículo a partes iguales. Sigo teniendo esa sensación al hacer fisting. Es maravilloso, sexy y algo íntimo, pero a la vez es divertido y ridículo.
En los años siguientes se ha diversificado mi interés en el fisting como activo y pasivo. Me hice un perfil en Recon y empecé a conocer a otros fisteros en Londres. En esa época también decidí dedicarme a tiempo completo a mi carrera en visual merchandising. En 2018 volví a la uni a estudiar e hice todo lo que estaba en mi mano para conocer gente y conseguir más experiencia en la empresa en la que trabajaba en ese momento. El resultado fue un gran fracaso. Saqué muy buenas notas en el curso, pero nadie quería contratarme. Al final encontré un trabajo en merchandising en una empresa de moda. Duré tres semanas. Solo hacía errores, nadie me quería formar, nadie quería conocerme. Fue una caída libre en lo que se refiere a mi salud mental y tuve algunos días muy malos. Me he sentido como si fuese un fracasado. No era creativo. No era artístico. No tenía éxito. No era nada.
2019 ha sido el año de volverme a poner de pie. Empecé a trabajar en un sex shop de Soho y por primera vez en mi vida, no tenía nada que perder. Me hice una cuenta de twitter y empecé a publicar mis fotos, mi culo, mi ojete. Me hacía sentirme mejor. Tuve la suerte de estar trabajando con un ilustrador de gran talento. A diferencia de mí, él no había ido a estudiar a la uni. Siempre había seguido haciendo lo que le gustaba de forma creativa, dibujaba lo que le excitaba utilizando arte digital, y con el paso de los años se había labrado una carrera. Ese fue el momento en que se me encendió la bombilla – dibuja lo que te gusta, dibuja lo que conoces.
Invertí en un iPad y en software de arte digital. Empecé con un borrador muy básico de unos de los fisteros pasivos mejor conocidos de internet - Punched93. El dibujo no era una maravilla, le faltaban detalles, profundidad (no era mi mejor obra ni de lejos). Lo publiqué en Twitter y le etiqueté. Me quedé de piedra esperando, pensé que nadie lo iba a ver ni siquiera, o si lo veía él, me iba a pedir que lo quitase. Pero le gustó y lo que me dijo fue - "¡Lo quiero en una camiseta!". O sea, seguí dibujándole a él, a otros fisteros a los que admiro, a otros fetichistas. Me preguntaba qué es lo que estaba atrayendo la atención de la gente – no podía ser solo el tema. Hay un montón de artistas trabajando en obras sobre el fisting y el fetichismo. Lo que siempre he querido transmitir con mis dibujos fetichistas es la sensación de diversión. Desde que tuve aquella primera experiencia con el fisting y aprecié lo absurdo que era lo que estaba haciendo, siempre he recordado que esto es pura ¡DIVERSIÓN! Mis obras intentan expresar eso. No es algo oscuro o depravado, es algo lleno de color, vibrante y tonto. Creo que es lo que le ha hecho conectar con la gente.
Mi fetichismo y mis obras se fundieron en una sola realidad inmediatamente. Ha habido gente de todo el mundo que me ha escrito para decirme lo mucho que les gustan mis obras, y hasta me han hecho encargos. Y con otros, al estar dibujándoles, hemos empezado a hablar y hemos hecho planes para quedar y montárnoslo. El fetichismo ha inspirado mis obras y mis obras han inspirado a mi fetichismo. Aunque pienso que sigo estando en los comienzos de mi viaje por el Arte Fetichista. Hay tanto que aprender y explorar. En el fetichismo y en el terreno creativo.
Supongo que lo que quiero que recuerde la gente de esta historia es que siempre eres lo suficientemente bueno. Yo no lo pensé durante bastante tiempo, pero soy bueno, muy bueno. Esta FFamilia me ha salvado. Me dio un objetivo, y una perspectiva única de la comunidad que puedo compartir con el mundo a través de internet. Me hizo sentir sexy, creativo y que merecía ser feliz.
Si quieres compartir tu viaje fetichista personal en un artículo de Recon, envíanos tus ideas o un borrador a: social@recon.com
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