ARTÍCULO DE NUESTROS USUARIOS: El descubrimiento del verdadero hombre dentro de ti
de
Noticias Recon
01 agosto 2019
Por lifeisadventure
Nunca me olvidaré de cómo me intentaba atar esas puñeteras botas de 20 agujeros por primera vez...en público. Apoyándome en una de esas verjas metálicas que se doblan e intentando ir de guay pero temblando como una hoja de papel. ¿Qué diablos estaba haciendo?
La fecha era el 13 de julio de 2018, el lugar era la discoteca Fire de Londres. La razón, era mi primera fiesta de rubber de la Fetish Week London. No creo que haya estado más emocionado, intrigado o cachondo en mi vida. Era como Alicia en el País de las Maravillas, pero a lo grande, y en plan rubber. Que subidón.
Antes de esa noche, mi viaje fetichista había sido un poco irregular, con altibajos, y bastante tranquilo. Sin embargo, dentro de mí había un deseo profundo que tenía que explorar. Siempre había estado ahí, todos sabemos que está ahí, pero la verdad es que dar ese primer paso ha sido el momento más espeluznante y liberador de toda mi vida. Me puse de pie, respiré profundamente y caminé hacia el centro de la sala. Guau. Qué noche...me enganché a este rollo. Me quedé obsesionado. Viviéndolo a tope.
Al volver a casa, pensé en una cosa... ¿y si eso era todo? He vuelto a Leeds, ¿soy el único aquí? Estoy seguro de que no puede ser cierto, pero ¿cómo lo descubro? ¿Existe el ambiente rubber solo en Londres? Había oído un par de cosas sobre los Manchester Rubbermen, pero parecía que estaba demasiado cerca de casa para ser verdad. A ver, tenía un montón de ganas de ponerme a explorar…pero ¿y si alguien me veía con todo el look y lo comentaba por ahí? Leeds es una ciudad pequeña y de repente habría sido el hazmerreír? No sabía qué hacer. Mi mente no paraba de darle vueltas. Me tomé un descanso. Me fui de vacaciones. Aunque todo el tiempo mi mente no consiguió desconectar. Lo había probado y necesitaba más.
Volvamos a octubre, había estado chateando con un par de tíos de Mánchester, sobre un evento que hacen regularmente en The Eagle. Conocía The Eagle, había ido varias veces (en plan licra, nunca con rubber, de alguna forma la licra parecía algo más calmado, es decir, solo es un traje de ciclista, ¡¿¿no??!), y sabía que era un espacio seguro. Seguía preocupado por si alguien me veía, pero fui, sabiendo que habría un par de caras conocidas entre el público. Entré, cubierto de rubber negro, con esas botas otra vez y vi a un grupo de unos ocho tíos vestidos como yo. ¡¡Olé!! Fui directo hacia ellos para presentarme. Fue como cuando te dan un abrazo cariñoso, fue en plan amigable y a la vez, muy cachondo.
Durante las primeras horas, el local se llenó con todo tipo de tíos con sus looks fetichistas - rubber, cuero, licra, skinhead – toda esa mezcla daba un resultado fantástico. Después, según pasaba el tiempo, la sala se abrió para que entrase todo el mundo y mi corazón dio un vuelco. De repente, había más gente en plan con camisetas de Adidas, vaqueros y ropa de calle que fetichistas. Luego pasó lo impensable. Había un tío super potente vestido de calle que me había mirado antes, aunque yo pensaba que lo había hecho de malas maneras, entonces el tío vino y de repente me dijo, "qué buena pinta. Joder qué bueno estás. Ojalá tuviese yo la confianza en mí mismo para vestirme así. No soy capaz de hacerlo". Lo flipé. El juego había cambiado. Él me lo estaba diciendo a mí.
Después hubo otro evento en The Eagle – me volví a ver con el grupo de tíos de la otra vez – luego el legendario Backstreet con los Rubbermen of London, que era un rollo totalmente diferente y una de las mejores noches del año pasado (no voy a contar nada de lo que pasó, os lo imaginareis). De repente, me había sumergido en un mundo increíble y sexy de gente que no sabía que existía. Gente como yo.
Después me pasó otra cosa flipante. Había estado hablando con un tío en Recon, estaba super bueno, y su foto de perfil tenía rubber. Se encontraba en mi ciudad. Me invitó a ir a una fiesta en plan gay-friendly en un local que no conocía. También me dijo si quería ir a tomar algo antes de salir en un bar muy famoso con otros tíos fetichistas y me pidió que me pusiese mi rubber. "¡¿¿Perdona, quieres que salga vestido de rubber en mi ciudad?? hhmmm.... ¡Ni de coña, no va a ser posible!". Me garantizó que nadie me asesinaría. Pero nada. "Vale, vamos a ver qué podemos hacer" dijo. Bebimos un montón de ron. Las capas de ropa empezaron a desaparecer. Fue genial. Fui valiente, me quedé solo con el rubber, me sentía seguro. Todo el mundo nos miraba con admiración o intriga. Nada más. Ahí estaba yo dándolo todo.
En enero y febrero hubo varios eventos, sobre todo en Mánchester y en Leeds, y también compré nuevas prendas fetichistas...por lo que evidentemente, me las tenía que poner. ¿Era tan malo querer tener un traje diferente para cada evento? Jaja. Compré combinaciones diferentes de looks y me estaba encantando el rollo de la exploración de este mundo. Cada vez hacía más amigos y empecé a planear los viajes de ese año. Todo iba genial.
Luego se empezó a torcer todo. Mi mente me dejó tirado. Volvieron los fantasmas del pasado, entre la mezcla de las preocupaciones que tenía, las ganas de mantener mi mundo en secreto y el estrés volví a tener un pánico enfermizo que le dio la vuelta a toda mi vida. Parecía que todo iba mal. Todas las cosas me salían mal.
Había comprado un ticket para ir a los MRMX, el finde de rubber de Mánchester y también había reservado un viaje a Colonia para ir de pub en pub en rubber. Lo único que quería hacer era cancelarlo todo. Solo sabían lo que me estaba pasando mis amigos más íntimos del mundo del rubber, y así es como aprendí una lección para siempre. No te des por vencido nunca, no sufras en silencio nunca. Uno por uno, mis amigos del mundo del rubber se esforzaron juntos para asegurarse de que no abandonaba mi sueño. Para que no me diese por vencido antes de intentarlo. Me mostraron un amor y una camaradería que nunca antes había visto. Me reconstruyeron.
Al final fui a MRMX, y a Colonia, y fueron los mejores findes de mi vida.
Desde el primer segundo del finde de MRM, vi a amigos que ya conocía de antes, con los que había chateado antes por internet y a los que admiraba en el mundo del rubber. De repente, toda la gente cerca de la que quería estar, estaba allí. En el mismo lugar. Felices y juntos. Y tengo que decir que, estaban todos super potentes. No había visto nunca antes a tantos tíos buenorros en el mismo lugar, todos los eventos fueron geniales y nos lo pasamos guay desde el principio hasta el final.
Podría pasarme días y días escribiendo sobre los MRMX, pero mejor analicemos los datos:
Número de eventos a los que asistí: 8.
Número de hoteles en los que dormí: 4
Número de bebidas alcohólicas que me tomé: ¿hmmm...?
Canciones de karaoke cantadas con el rubber puesto: 1
Número de escaleras por las que me caí: 3
Número de trenes que perdí: 2.
Número de carteras que perdí: 1.
Cantidad de dignidad que me quedaba el lunes siguiente: 0.
Fue el mejor finde de mi vida. A todos los chicos que hicieron que ese finde fuese así, que se esforzaron tanto todos los días, fue increíble, gracias.
Después llegó Colonia y me fui con mis dos mejores amigos un par de días para ir a Rubbermen, en plan: cerveza alemana y desmadre total. No nos decepcionó. Fue salvaje y una verdadera locura, esos chicos alemanes saben cómo correrse una buena juerga, en todos los aspectos, y posiciones. Cuando llegué a casa tardé un par de horas en reservar la siguiente visita. ¡Pruébalo, verás de lo que estoy hablando!
Y después llegó Glasgow. Una ciudad industrial. Una ciudad de patrimonio. Y, además, ¡también una ciudad de rubber y gunge! Y qué noche nos pasamos...nunca me lo había montado con gunge antes, pero está claro que no será la última. La sensación es increíble, cachonda y te da ganas de más. ¿A alguien le apetece que se le ponga dura en un par de segundos? ¿Alguien quiere ponerse a luchar? Los chicos escoceses, al igual que en cualquier otro evento, sea donde sea, son lo más. Es difícil de describir. Es que son lo más. Qué fiesta tan fuerte.
Y finalmente pasó algo que me llena de orgullo. Leeds ahora tiene un grupo pequeño de chicos que se hacen llamar Fetishmen, es pequeño pero que está creciendo rápidamente. Con todos los tipos de fetichismos y de gente. Un espacio seguro, un grupo alucinante. Me pidieron que estuviese dando la bienvenida y comentando la fiesta de Eurovisión. Esta vez sin rubber, solo vestido de pies a cabeza de Maskulo, en plan guerrero y con un arnés. Todo el mundo llevaba un look fetichista diferente y la combinación fue increíble. Me sentí como en casa. Sentí que estaba en el lugar correcto. Me han pedido que trabaje con ellos en futuros eventos, y yo por supuesto que he dicho que sí, quiero ayudarles en todo lo que pueda.
Y ese soy yo. He escrito esto durante el viaje a Londres para ir a la Recon Party. Una fiesta de desmadre a saco, pero también una noche que pasaré con unos amigos geniales. Esta vez, tendré más confianza en mí mismo, seré más libre y más yo mismo.
Al escribir todo esto me he dado cuenta de la suerte que he tenido en los últimos 12 meses, de conocer a unos amigos para toda la vida y de hacerme más fuerte y más salvaje, y a la vez una persona más centrada que se preocupa más por los demás. Creer en mí mismo y confiar en los demás. Estoy realmente orgulloso de poder decir que soy un Rubberman, y espero que siga así durante muchos años más.
En el futuro, voy a seguir descubriéndome como persona, explorando y ayudando. Sé que, si esta noche veo a alguien al que le cueste atarse los cordones de las botas, le echaré una mano porque eso es lo que necesitará al principio de su viaje. Sin embargo, esta noche yo fijo que me pongo unas zapas.
Encuéntrate a ti mismo, ten valor y nunca tengas miedo de probar cosas nuevas. Te lo aseguro, no te arrepentirás.
Si tienes un fetichismo en particular sobre el que te gustaría escribir un artículo, envía tus ideas a: social@recon.com
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